Desde la última semana de marzo de 2015, WhatsApp activó el servicio de llamadas. Foto: Pixabay
Cada vez son más las aplicaciones que permiten al usuario hacer llamadas de voz sin utilizar el plan de minutos en el móvil o el servicio de telefonía convencional.
WhatsApp, la plataforma de mensajería creada en el 2009, se sumó la semana pasada a otros servicios de llamadas a través de Internet como Skype, Viber o Line ¿Podría repercutir en el sector de las telecomunicaciones?
Según el informe sobre tendencias y previsiones para el tráfico de red IP de la consultora de telecomunicaciones Cisco Systems, en el 2018 los minutos de llamadas de voz por Internet superarán los minutos utilizados en la red de telefonía convencional y móvil. El estudio agrega que las cifras más altas se registrarán en las llamadas a través de redes ‘wifi’.
Florencia Ayala, estudiante, empezó a utilizar las llamadas de WhatsApp hace dos días, que se enteró por sus amigos que ya estaba disponible para el sistema operativo de Android.
Para ella, este servicio funciona mejor por la red inalámbrica, en lugar de su plan de datos con el que la llamada se interrumpe constantemente. Además, afirma que hace dos meses modificó su plan. Ahora cuenta con acceso ilimitado a redes sociales, aumentó la capacidad de navegación y redujo minutos y mensajes, “que a la final no usaba”.
Por otro lado, Stefania Duffer, quien estudia diseño en Argentina, privilegia las llamadas de voz a través de la Internet, para comunicarse con su familia en Ecuador. El primer programa que ella utilizó fue Magic Jack, el cual tenía un costo de USD 19 al año y permitía incluso hacer llamadas a teléfonos convencionales. Con la llegada de Skype se mudó a ese servicio y ahora con WhatsApp “cada vez va a ser más fácil y rápida la comunicación”.
Para Germán González, arquitecto de soluciones para la región andina de Alcatel Lucent, lo que más llama la atención a los usuarios es la gratuidad del servicio. Es por esto que las empresas de telefonía deben empezar a ampliar sus ofertas en planes de datos y “ofrecer servicios nativos” similares a esas aplicaciones para ser competitivos.
Según la página web de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) las líneas activas de Internet móvil en el país ascendieron de 212 842 a 4 134 741 entre el 2009 y el 2013.
En un año, a más tardar, explica González, las llamadas de voz por Internet van a aumentar, ya que las operadoras en el Ecuador podrán ofrecer voz sobre LTE, que son redes “10 veces más rápidas que la 3G”.
Esta red maneja 10 prioridades de servicio, las llamadas de voz sobre LTE es la primera, seguida por el video y en el noveno lugar está la navegación.
Marcelo Ayala, gerente de Impracel y desarrollador de aplicaciones para Apple, explica que lo que más se busca popularizar con la llegada de la tecnología LTE es la videoconferencia. Así, servicios como Face Time o Skype mejorarán su calidad.
También afirma que el país tiene presupuestado crecer en ancho de banda, por lo que la voz por IP o por Internet va a continuar su ascenso. La posibilidad de hacer llamadas no solamente con el móvil, sino también con tabletas o desde el ordenador es lo que ha captado la atención de los usuarios. Incluso, el servicio de WhatsApp ya puede ser usado desde las computadoras, para las que tienen sistema operativo iOS.
Estos servicios ya existían desde hace más de cinco años, como Skype que salió al mercado en el 2003 o Tango en el 2009, pero el obstáculo que han tenido para su crecimiento es que se limita a una comunidad de usuarios que debe tener instalado el mismo programa para poder hablar gratuitamente, explica Ayala. WhatsApp por otro lado registra más de 700 millones de personas que utilizan su servicio de mensajería y podrán acceder a las llamadas.
Pero aprovechar estas herramientas de voz a través de redes públicas también implica un riesgo. Según Andrés Zurita, gerente general de Enlace Digital y representante de la marca ESET Ecuador, “comprometer” la seguridad de la tecnología 3G es más difícil en comparación que una red ‘WiFi’, ya que los conocimientos técnicos necesarios son más complejos.
Por eso recomienda no conectarse a la primera red visible (ya que podría estar ahí para captar información), revisar el protocolo del sitio y cuidar los datos personales que envíe.