Marco Lauria, conferencista de Campus Party Quito 4. Foto: Diana Chamorro / EL COMERCIO
En 1996 IBM decidió diseñar y construir un computador para jugar ajedrez, como una forma de mostrar las capacidades de lo que puede hacer la tecnología. De esta iniciativa nació Deep Blue, un computador que compitió con el legendario campeón ruso Gari Kasparov.
El siguiente paso evolutivo, justamente fue Watson; Así como Deep Blue compitió con Gari Kasparov, venciéndolo, Watson participó en el programa de preguntas y respuestas Jeopardy en Estados Unidos, venciendo a los dos competidores que más dinero han ganado en la historia del programa.
Pero: ¿Qué es Watson? Es un computador que entiende el lenguaje humano hablado, es capaz de interpretarlo, y dar respuestas acordes a lo que le ha sido preguntado. No solo eso: Watson es capaz de aprender en función de la información que recibe, y mejora sus respuestas en función de lo aprendido.
La diferencia con sistemas como Google o Siri es justamente su capacidad de análisis en tiempo real; mientras que Google o Siri están sujetos a una indexación previa de información guardada en servidores, a la cual se accede mediante en búsquedas simples, Watson puede buscar y analizar en tiempo real la información en su origen.
De la participación de Watson en Jeopardy, en 2011, el siguiente paso evolutivo fue conocido como Sistemas Cognitivos. Marcos Lauria, conferencista en Campus Party Quito 4, explicó durante su conferencia que este sistema realizó un análisis de los tuits emitidos durante el Mundial de Fútbol Brasil 2014. Watson fue capaz de interpretar los tuits negativos de los positivos, y en base de estos datos, realizó una estadística de cuáles técnicos y cuáles jugadores fueron los más amados y los más odiados.
También se pudo ver los comentarios de los tuiteros durante los partidos, para ver cuál fue su apreciación al respecto.
Durante 56 juegos, se analizaron 33 millones de tuits, de los cuales se detectó de 17 millones hablaban sobre los partidos del Mundial.
Esta tecnología cognitiva sirvió como un termómetro social, logrando interpretar términos que en ocasiones eran muy coloquiales.
Lauria mostró también varios ejemplos de uso de esta tecnología, que iban desde sus aplicaciones en el campo de la gastronomía o la industria médica.
Mediante el análisis de datos de los historiales médicos de pacientes y de los padres y abuelos de dichos pacientes, Watson es capaz de incluir las posibilidades de afecciones genéticas en los diagnósticos, logrando así estar un paso más adelante en el análisis de un médico, apoyando su trabajo. En el lado del paciente, se evita mediante este tipo de sistemas la realización de exámenes innecesarios, ya que los diagnósticos vienen principalmente de un análisis completo de los datos relacionados con el paciente.
Lauria concluyó su intervención reiterando sobre el hecho de que Watson es “el computador que entiende el lenguaje humano, es capaz de interactuar con las personas y de aprender de ellas para modificar su comportamiento a las necesidades de los usuarios”.