La rana marsupial se encuentra, sobre todo, en las zonas altas andinas. Foto: cortesía Vivarium Quito
El confinamiento por la pandemia del covid-19 pone en peligro a especies bajo cuidado humano. Las 350 serpientes, ranas, tortugas, lagartijas, y otros anfibios y reptiles del Vivarium requieren atención constante y recursos para ello: alimentación, veterinarios, electricidad, entre otros, explica María Elena Barragán, directora ejecutiva de la entidad.
Por este motivo, este centro lanzó el 1 de abril pasado un programa de padrinazgos. Los expertos del Vivarium escogieron cinco animales para la adopción: una tortuga, una rana y tres serpientes. El apadrinamiento consiste en un pago anual. Con ese aporte se harán cargo de los gastos de todo lo que significa cuidar a un reptil en el Vivarium de Quito.
“Son animales delicados y especiales”, afirma Barragán. Añade que “requieren atención durante los 365 días del año, pueden enfermar y, si no se los trata, mueren. Además necesitan alimentación especial, criamos caracoles, lombrices y ratones para alimentarlos”.
Según Barragán, la idea de la campaña de padrinazgo es que la gente conozca y se encariñe con los anfibios y reptiles. Por el momento, precisa, han escogido los animales más icónicos: una rana marsupial andina, que puede apadrinarse por USD 80 anuales; una tortuga charapa amazónica, por USD 100. Entre las serpientes están una boa matacaballo, por USD 325, una falsa coral, por USD 150 y una rarísima boa esmeralda por USD 250. Estos costos cubren anualmente las necesidades alimenticias, de medicinas y de acondicionamiento de cada animal.
La boa constrictor (que mata por ahogamiento). Foto: cortesía Vivarium Quito
La directora reconoce que hay animales silvestres emblemáticos que enganchan mejor a la gente, como un jaguar, un tigrillo o el cóndor. Los reptiles, dice, llevan a cuestas además el descrédito cultural y religioso, la gente los relaciona con el mal, la brujería, la magia negra, etc.
La persona que decida apadrinar a uno de los animales del Vivarium tendrá beneficios y regalos como camisetas y fotografías ampliadas, pero sobre todo la posibilidad de hacer seguimiento al espécimen que apadrina y estar conectado con el desarrollo de ese animal.
Además, el padrino será informado para que lo visite en momentos únicos, como cuando se realiza un tratamiento médico a la especie o en el momento en que una hembra tiene crías. De igual manera, la persona que decida adoptar a uno de los anfibios y reptiles podrá participar en los eventos especiales que realiza el Vivarium cada año, como “el día de la tortuga, de la serpiente o de la lagartija”. El contacto, para la ciudadanía interesada en iniciar el proceso de padrinazgo se puede hacer a través del correo electrónico apadrinamientos@vivarium.org.ec o mediante las cuentas de Twitter @VivariumQuito y de Facebook Vivarium de Quito.
La Boa esmeralda convive en el Vivarium. Foto: Vivarium Quito
Barragán recuerda que los reptiles y anfibios son fundamentales para el control de plagas de roedores, mosquitos e insectos. Para que las especies se recuperen, es necesario conocerlas. Esta institución también analiza el grado de toxicidad de ciertos venenos de especies locales.