Gabriela Alemán y María Belén Barona en la presentación del libro álbum de ‘La muerte silba un blues’. Foto: Cortesía Librería Rayuela
En el país, en las últimas semanas del mes de julio de 2016, se han publicado dos libros que dan cuenta del estrecho vínculo que hay entre la literatura y el dibujo: el libro álbum de la ‘Muerte silba un blues’, de Gabriela Alemán y la edición especial, por los 40 años de la publicación, de ‘Historia de un intruso y otros cuentos’, del escritor Marco Antonio Rodríguez.
Los dibujos que acompañan la publicación especial de ‘Historia de un intruso y otros cuentos’ son de autoría de Miguel Varea. Este artista, de dilatada trayectoria, realizó una relectura de los cuentos y plasmó todo lo que logró asimilar.
“Antero y su álter ego, súper ego, infra ego y todos los egos posibles entraron en mi corazón de rata reprendido y reapagado por el monseñor de mi aterrorizada infancia que aparece en esta historia llamada de un intruso”, dice Varea.
‘Donuel’,‘Ojo seco’, ‘Detrás de las burbujas’, ‘Contraviento’, ‘La vuelta’, ‘Domingo’, ‘Jaula’, ‘Sotano’ Los desolvidos’ y ‘Negro de humo’, los cuentos que integran este libro de colección, están acompañados por ilustraciones a color.
La impronta que Varea imprime en estos dibujos es inconfundible. Los personajes de las historias de Rodríguez cobran una vida inusitada. Ahí está Lily, la prostituta de ‘Contraviento’ o Ceferino Congo, el negro sordomudo, de ‘La vuelta’. Personajes que a través de la imagen adquieren su propia personalidad.
‘El extraño viaje’, un relato que reinventa la supuesta invasión de marcianos en Quito en 1949, inspiró a María Belén Barona a crear el libro álbum sobre ‘La muerte silba un blues’, una recopilación de cuentos que Gabriela Alemán publicó en el 2014.
El libro álbum de Barona se centra en la reinvención que hizo Alemán sobre el incendio de Radio Quito provocado por una supuesta invasión de los marcianos. Toda una trama inspirada en ‘La guerra de los mundos’ escrita por H.G. Wells, en 1898.
A Barona, estudiante de diseño gráfico industrial de la Universidad de las Américas, le tomó siete meses crear este libro álbum. Para las ilustraciones mezcló dos técnicas: óleo y tinta china. Su objetivo siempre fue que las imágenes mantengan una textura que remita al lector al pasado. “Utilicé colores ocres y tierra para mantener el ambiente de los años cuarenta que Alemán logró plasmar en su relato”.
A escala internacional el vínculo entre la literatura y el dibujo tiene a Günter Grass como uno de sus máximos representantes. Este Premio Nobel de Literatura conjugó su pasión por estas dos artes hasta el punto de ilustrar varios de sus cuentos y novelas. Una muestra de su trabajo se exhibe, por estos días, en el Centro Cultural Benjamín Carrión.
Si hay algo que comparten el libro álbum de ‘La muerte silba un blues’ y la edición especial de ‘Historia de un intruso y otros cuentos’ es que los dos fueron pensados para el consumo de un público adulto.
“En un libro álbum -dice Barona- la imagen es la que tiene mayor relevancia. El texto es una parte complementaria de la escena. Lo que me propuse con este libro es llamar la atención del lector a través de las imágenes”. Un trabajo que en el país, hasta ahora, se había enfocado al público infantil y juvenil.