Vinces rescata su tradición gastronómica rural y montuvia

Más de 2 000 personas acudieron a la novena edición de la Feria Gastronómica Revolución del Choclo, que se efectuó el 14 de abril en una localidad de Vinces, en Los Ríos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Más de 2 000 personas acudieron a la novena edición de la Feria Gastronómica Revolución del Choclo, que se efectuó el 14 de abril en una localidad de Vinces, en Los Ríos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Más de 2 000 personas acudieron a la novena edición de la Feria Gastronómica Revolución del Choclo, que se efectuó el 14 de abril en una localidad de Vinces, en Los Ríos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

El recinto Estero del Lagarto, en el cantón Vinces, está rodeado de maizales. Ese entorno convierte a la localidad fluminense en el escenario ideal para rescatar la gastronomía rural y montuvia.

El recinto se ubica en los humedales de Abras de Mantequilla. La semana anterior acogió una nueva edición del festival denominado Revolución del Choclo, que aglutinó a los mejores exponentes de la comida tradicional que es elaborada con ese grano.

Humitas, torrejas de sal, torta de choclo, muchines, mazamorra, la tradicional cazuela, los bollos, el sango y otros productos se expusieron el domingo 14 de abril del 2019. 

El abrasador sol no impidió que el predio, en el que se realizó el evento, se copara. El objetivo de la organización es no dejar morir la tradición. Uno de los expositores fue Omar García, quien junto a su familia ofreció al público choclos cocinados, asados, tortas de dulce. Los precios oscilaron entre USD 1 y 1,50.

En esta actividad también se realizaron concursos de amorfinos y se eligió a la mata (planta) de choclo más grande. Luego se escogió la mazorca de mayor tamaño, la de mayor hilera y la de más granos.

Allí Rosa García ofreció pasteles dulces. Ella tardó unas cuatro horas para elaborar 150 humitas rellenas con queso. “El choclo ha sido siempre parte de nuestra vida”.

Rosa trabajó ese día junto a sus hijos y otros familiares. Uno de ellos contó que aprendieron de la cocina por sus abuelos y padres. “El arte de cocinar se ha heredado de generación en generación”.

Las cazuelas de pescado y de camarón, el sango y los tradicionales secos de pollo, pato y gallina criolla ocuparon su espacio. Los platos oscilaron entre USD 1,50 y 3,50.

Julieta Sotomayor, vocera de la organización, comentó que este evento ha logrado rescatar, entre otras cosas, la autoría de Los Ríos en la elaboración del caldo de bolita chispeada. “Ese es un plato muy antiguo”.

El evento fue organizado por los integrantes de la asociación Nuevo Amanecer Mujeres Emprendedoras.

El Ministerio del Turismo informó que se desarrollaron capacitaciones a los integrantes de la agrupación para fortalecer sus habilidades.

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