Hubert de Givenchy, fallecido a los 91 años este 12 de marzo del 2018, deja un legado simpar inspirado en el trabajo del español Cristóbal Balenciaga y cuenta en su haber con creaciones que vistieron Audrey Hepburn, Jackie Kennedy o Grace Kelly.
Fotografía del 26 de mayo de 2017 que muestra al diseñador francés Hubert de Givenchy en el museo Balenciaga en España. Givenchy falleció el sábado 10 de marzo del 2018. Foto: EFE.
Nacido el 20 de febrero de 1927 en el seno de una familia aristocrática en Beauvais, unos 80 kilómetros al noroeste de París, el modisto se retiró de escena en 1995, pero se mantuvo hasta sus últimos días como uno de los grandes iconos de la eclosión en los cincuenta del Prêt-à-porter de alta gama, una moda mucho más informal, pero con todos los estándares de calidad.
Por ello, Givenchy está considerado un pionero en la moda de la segunda mitad del siglo XX, la que estaba todavía íntimamente ligada al oficio artesanal, y sus piezas marcaron un punto de inflexión.
Después de él vinieron nombres hoy consagrados como Yves Saint Laurent, Valentino, Karl Lagerfeld, Dolce&Gabanna, Donatella Versace o Giorgio Armani.
Imagen del 21 de octubre de 1991 que muestra a Victor Skrebneski, Audrey Hepburn y a Hubert de Givenchy en una ceremonia en homenaje a los 40 años de la trayectoria del modisto fallecido el pasado 10 de marzo del 2018. Foto: AFP.
A pesar de que su familia poseía una próspera fábrica de tapices, Givenchy prefirió irse a París a estudiar costura. Contaba solo con 17 años y fue un simbólico gesto de rebeldía en una época en la que estudiar moda se veía con recelo.
Como integrante de la escuela nacional superior de Bellas Artes, aprende el oficio con Jacques Fath, Robert Piguet, Lucien Lelong y Elsa Schiaparelli, la diseñadora-artista inscrita en el movimiento surrealista.
En 1952, el Givenchy veinteañero lanza otro órdago y funda su propia ‘maison’, en el número 8 de la calle Alfred-de-Vigny, en el octavo distrito de París.
Imagen del 3 de julio de 1995 que muestra al diseñador francés Hubert de Givenchy en su oficina en París. Foto: AFP.
Gracias a su directora de relaciones con los medios, la modelo Bettina Graziani, organiza el primer desfile de alta costura de la casa.
Givenchy crea “los separables”, faldas ligeras combinadas con blusas de algodón voluminosas. El concepto de lo “relajado chic” había nacido.
Dos años más tarde, crea su primera línea de Prêt-à-porter de lujo bautizada ‘Givenchy Université’.
El éxito de sus creaciones le sirven para ganarse portadas como las de la revista Elle y las actrices del Hollywood y otras celebridades se pelean por contar con él.
Lauren Bacall, Greta Garbo, Jeanne Moreau, Elisabeth Taylor, Marlne Dietrich, Jacqueline Kennedy-Onassis, la princesa Grace de Mónaco se visten con creaciones de Givenchy.
El diseñador Hubert de Givenchy posa para una fotografía antes de la inauguración de la exposición A Audrey con amor en el museo Gemeentemuseum en La Haya. Foto: EFE,
Pero es con Audrey Hepburn, a la que conoce en 1953 durante las pruebas de vestuario de la película ‘Sabrina’, con la que tiene la relación profesional y personal más intensa que se prolongaría durante décadas.
El icónico vestido negro que Hepburn lleva en ‘Breakfast at Tiffany’s’ (1961) es obra del diseñador francés.
Video: YouTube, cuenta: BFITrailers
En 1957, el tándem Givenchy-Hepburn rompe moldes. El creador invita a su actriz y musa a que promocione el primer perfume del diseñador, LInterdit. Se trató de la primera estrella de cine que dio su imagen a un perfume y el éxito fue rotundo.
También en 1953 un De Givenchy veinteañero se encuentra con otra figura crucial: Cristóbal Balenciaga, 32 años mayor que él y a quien considera como un padre y un mentor.
Ambos se conocen en un cóctel en Nueva York e inician una relación profesional que sería un antes y un después para el modisto francés.
Hubert de Givenchy posa frente a sus creaciones durante una entrevista para su exposición ‘Hubert de Givenchy’del museo Thyssen-Bornemisza. Foto: EFE.
“Sabía mejor que nadie cómo tratar el tejido y cómo ensalzarlo, siempre con respeto. Tiene mi reconocimiento eterno”, señaló.
Para De Givenchy, Balenciaga le mostró que “el vestido debe acomodarse al cuerpo de la mujer, no el cuerpo de la mujer a las formas del vestido”.
En 1973, impulsa su línea de moda masculina Gentleman Givenchy y en 1978 sus colegas de profesión le premian con el prestigioso ‘Dé dor’ (Dedal de Oro) de la alta costura.
En 1988, integra su marca Givenchy en el grupo de lujo francés Louis Vuitton-Mot Hennessy (LVMH) hasta que en 1995 se retira hastiado de la deriva del mundo de la moda.
“La pasarela de ahora es muy vulgar”, opinó en una entrevista a EFE concedida en 2014 cuando promocionó en Madrid una exposición sobre sus creaciones en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Givenchy ha compartido su vida con el también modisto Philippe Venet.