‘Juego de tronos’ es una de esas pocas series que ha logrado llevar el guión televisivo como un complemento dramático para los libros de George R.R. Martin.
En el octavo episodio titulado ‘La Víbora vs. la Montaña’ se presenta el juicio por combate solicitado por Tyrion Lannister.
Un personaje más dice adiós a la serie, el príncipe Oberyn Martell. Su entrada en Desembarco del Rey estaba condenada. La arrogancia, ira y sed de venganza contra los Lannister lo marcaron desde un principio, dice Dan Weiss al portal Entretainment Weekly.
Al final su propio orgullo hace que lo eliminen en el duelo contra la Montaña. La necesidad de una confesión por parte de Sandor Cleagan –por matar y violar a su hermana- le obliga a mantenerlo con vida.
Lo que -en una de las escenas más poderosas y difíciles de observar- permite a la Montaña recobrar fuerza y transmitirla toda hacia sus manos para destruir los ojos y con eso la vida de Oberyn.
Una batalla en la que no solo se destapan confesiones, sino en la que toman roles principales los espectadores, una Cerscei sonriente de ver la condena de muerte de su hermano menor y un Tyrion que se ve sin escapatoria.
Mientras tanto, en otras partes del Poniente, Theon se encamina a Moat Cailin, para representarse a él mismo bajo las órdenes de Ramsay. Una pequeña batalla en la que Ramsay traiciona las promesas a los soldados que se rindieron. Traición que se le honra con el apellido de su padre. De bastardo pasa a ser un Bolton y ahora puede heredar el Norte.
El octavo capítulo -como en otras temporadas- mostró tanto la explosión de sangre como de sentimientos. Como la desgarradora despedida entre Ser Jorah Mormont y Daenerys Targaryen. Tras descubrir que Mormont fue espía durante sus primeros años con Daenerys, la ‘Madre de los dragones’ decide no perdonarlo.
Su afán con la lealtad y la justicia han permitido que Daenerys siga conquistando tierras y el perdón, por lo tanto, no cabe en su agenda. El final de Mormont en el Consejo de la reina se imprimió en la serie como una ruptura amorosa, devastadora pero necesaria.Mientras que otros personajes van mostrando un nuevo rostro. Sansa Stark, finalmente ha decidido entrar en el juego al que la han obligado.
La confesión de su verdadera identidad y su apoyo a Petyr Baelish –en la historia del suicidio de Lysa- la destapan luego hasta con un cambio físico. Su cabellera ahora oscura da a entender que el personaje ahora ha entrado a manipular y dejó de ser la víctima.
Con tan solo dos capítulos restantes, la vida de los personajes suele tener un giro dramático en el octavo episodio y así lo han hecho nuevamente los creadores Dan Weiss y David Benioff.
Solo queda por descubrir qué nuevo camino tomarán los personajes después de estos hechos y qué muertes se desplegarán en escena durante los próximos episodios. Pues desde la promoción de la cuarta temporada, la serie se ha acompañado de la frase: “Todos los hombres deben morir” palabras que poco a poco se van cumpliendo.