Ahora que más del 50% de la población mundial vive en zonas urbanas, según la OMS, el reciente estudio Perspectivas sobre la sostenibilidad mundial alerta sobre la necesidad de las ciudades de afrontar el cambio climático.
Sobre prevención de inundaciones, en Bombay, por ejemplo, se aumentó la profundidad y anchura de ríos más importantes, construyó estaciones de bombeo para transvasar las aguas pluviales al mar e instaló medidores de caudal río arriba para detectar las inundaciones.
En Venecia están construyendo un sistema de barreras marítimas móviles para cerrar las entradas de agua cuando hay marea alta; y en Kuala Lumpur se está construyendo un túnel para conducir el agua durante las crecidas, estanques de retención de inundaciones y un sistema de drenaje de gran volumen.
Se prevé que el gasto mundial medio en inundaciones urbanas ascenderá a USD 60 000 millones en 2050 si las ciudades invierten en estrategias de adaptación, y a un billón si no lo hacen. En el caso de la resistencia, el estudio enfatiza tomar en cuenta el alza de la población. En la mayoría de casos, las consecuencias de catástrofes se pueden contener si las ciudades aumentan la resistencia de sus infraestructuras.
La sostenibilidad de los barrios es otro punto, en el que se debe trabajar para ahorrar energía, agua y reducir emisiones procedentes de autos.