El 15 de septiembre marca un hito en la lucha por la igualdad de derechos de los ecuatorianos. Derechos que ya constaban en las constituciones de 1998 y de 2008, que garantizan el principio de igualdad de todas las personas y de no discriminación.
Ayer (15 de septiembre de 2014) el Registro Civil comenzó a registrar la unión de hecho como dato complementario en la cédula de identidad. Se pueden acoger todos los ecuatorianos de diferentes sexos que no estén casados, pero sobre todo es un avance legal, social y político para las parejas del mismo sexo. Aquellas personas que vivían en unión de hecho por muchos años no podían legalizar esa condición de pareja ante el Registro Civil, porque había una resolución de 2010 que lo prohibía.
Parejas del mismo sexo que ya tenían legalizada la unión ante un notario pero encontraron obstáculos legales, discriminación, rechazo…
La unión de hecho constará en la cédula como un estado civil, en lugar de soltero, viudo, divorciado. Los derechos van más allá de lo que conste en el documento de identidad. Y una persona podrá acceder al montepío, en caso de fallecimiento de su pareja, a seguros de salud y reclamos de herencia o bienes adquiridos en común.
Mientras Ecuador da un paso hacia adelante, la semana pasada causó escalofrío e indignación la decisión en Gambia (un país pequeño de África Occidental), donde se aprobó la cadena perpetua para quienes cometan actos homosexuales “con agravantes”. Esta medida mereció el pedido de Amnistía Internacional y Human Rights Watch, al presidente de ese país para que no firmara la nueva norma, y aumentó el terror entre la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transexual e intersexual.
Ecuador despenalizó la homosexualidad en 1997, pero la discriminación en contra de los grupos Glbti no terminó con esa decisión. Los prejuicios se mantienen y es responsabilidad de la sociedad dar los pasos necesarios para aceptar los derechos de todos.