En el 2017, el Ministerio del Ambiente presentó a la Unesco el expediente para solicitar la declaratoria de esta zona. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
El Chocó Andino de Pichincha fue declarado este miércoles 25 de julio del 2018 como nueva Reserva de Biósfera de la Unesco. La designación se realizó en Indonesia durante la 30 Reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa del Hombre y la Biósfera.
A finales del año anterior, por pedido de las comunidades de la zona, el Ministerio del Ambiente presentó a la Unesco el expediente para solicitar la declaratoria de esta zona. Los documentos fueron analizados en febrero de este año por el Comité Consultivo Internacional para las Reservas de Biósfera y se recomendó al país hacer algunas aclaraciones.
En esta ocasión, una delegación ecuatoriana conformada por representantes del Ministerio del Ambiente, de la Prefectura de Pichincha y de la Mancomunidad del Chocó Andino viajó el pasado domingo a Indonesia con la esperanza de estar presentes durante la declaratoria.
La nueva Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha está ubicada a 45 minutos de Quito y es una fuente de agua potable, producción agroecológica y de generación eléctrica.
Según la Unesco, esta reserva cubre un rango altitudinal que va desde los 360 hasta los 4 480 metros de altura. La región es considerada un ‘hotspot’ de biodiversidad, ya que alberga 270 especies de mamíferos, incluyendo al oso de anteojos y especies endémicas como el tucán del Chocó. Aproximadamente 880 000 personas viven en esta reserva.
Tras la declaratoria, esta zona es la séptima reserva de biósfera en el país, junto con el Parque Nacional Galápagos, Yasuní, Sumaco, Podocarpus- El Cóndor, Macizo del Cajas y Bosque Seco.
En esta ocasión, la Unesco también nombró como Reserva de Biósfera a: Wadi Wurayah, en los Emiratos Arabes Unidos; Gombe Masito Ugalla, en Tanzania; y Ponga, en España.
El Chocó Andino como Reserva de Biósfera
La nueva Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha está ubicada a 45 minutos de Quito y es una fuente de agua potable, producción agroecológica y de generación eléctrica. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
A finales del 2017, por pedido de las comunidades de la zona, el Ministerio del Ambiente se presentó a la Unesco el expediente para solicitar la declaratoria de esta zona rica en biodiversidad. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
De acuerdo a la mancomunidad del Chocó Andino, la declaratoria de la Unesco permite que se continúe el proyecto para la conservación y sostenibilidad de la reserva. Foto:Diego Pallero / EL COMERCIO
En la zona se encuentran tres áreas de importancia para la conservación de las aves. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Tras la declaratoria, la zona es la séptima reserva de biósfera en el país, junto con el Parque Nacional Galápagos, Yasuní, Sumaco, Podocarpus- El Cóndor, Macizo del Cajas y Bosque Seco. Foto:
Diego Pallero / EL COMERCIO
Según la Unesco, esta reserva cubre un rango altitudinal que va desde los 360 hasta los 4 480 metros de altura. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La región es considerada un ‘hotspot’ de biodiversidad. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO