‘Una serie de eventos desafortunados’ se convirtió en una serie de Netflix, con Neil Patrick Harris como el Conde Olaf. Foto: Captura
Las historias de niños huérfanos con familiares que hacen su vida imposible están dentro de los libros más famosos de la literatura infantil y juvenil. ‘Matilda’, de Roald Dahl; ‘Harry Potter y la piedra filosofal’, de J.K. Rowling; y ‘Una serie de eventos desafortunados’, de Daniel Handler son solo tres de esos ejemplos.
Después del éxito con los lectores, estos libros han sido adaptados para la televisión y el cine. La más reciente es la producción de Netflix sobre ‘Una serie de eventos desafortunados’. Una serie que se estrenó en enero y que tiene como uno de sus protagonistas al actor Neil Patrick Harris.
La saga de Handler tiene 13 libros cuyos protagonistas son Violet, Klaus y Sunny Baudelaire, tres niños que pierden a sus padres y que son llevados a vivir con uno de sus parientes lejanos, el Conde Olaf.
El mundo fantástico de ‘Una serie de eventos desafortunados’ empieza con ‘Un mal principio’. El libro que se publicó en 1999 narra las ambiciones del Conde Olaf de apropiarse de la herencia de los Baudelaire, niños que -en esta primera entrega- descubren que tienen habilidades especiales.
Para la adaptación de esta serie (hubo una para cine en el 2004, protagonizada por Jim Carrey) los productores condensaron los cuatro primeros libros: ‘Un mal principio’, ‘La habitación de los reptiles’, ‘El ventanal’ y ‘El aserradero lúgubre’, en ocho episodios.
Los paisajes de esta serie, al igual que el libro, están poblados de casas que se balancean en la cima de una montaña, enormes mansiones a punto de derrumbarse o pantanos llenos de sanguijuelas. Los guiños visuales al mundo de ‘Big Fish’, la película que el director Tim Burton estrenó en el 2003, son una constante.
‘Una serie de eventos desafortunados’ está cargada de un fino humor negro y juegos de palabras, características que engancharon a los adultos con la lectura de esta saga.
En la versión de Netflix, uno de los atractivos es la capacidad histriónica de Harris, que interpreta al Conde Olaf, quien se disfraza de varios personajes para perseguir a los Baudelaire. Uno de los más potentes roles que interpreta Harris en la primera temporada es Shirley, una mujer que trabaja como recepcionista.
En esta saga literaria y en la serie, la cualidad narrativa teatral está siempre flotando, a través del montaje de las obras de la compañía del Conde Olaf. Si el leitmotiv de este personaje es matar a los tres niños para quedarse con la fortuna, el lector/espectador tiene que presuponer que aquí el ‘vivieron felices para siempre’ no existe.