Paisajes dramáticos a la orilla del mar

En la zona de Paracas en Perú existe un geoglifo llamado el candelabro, mide casi 180 metros.

En la zona de Paracas en Perú existe un geoglifo llamado el candelabro, mide casi 180 metros.

Al oeste de Irlanda se encuentra Moher un enorme acantilado con olas gigantescas. Foto: Thinkstock

Paredes verticales que se cortan de tajo y pináculos que emergen del océano. Estos accidentes forman acantilados costeros más fascinantes del planeta

Paracas, Perú

En la zona de Paracas en Perú existe un geoglifo llamado el candelabro, mide casi 180 metros. Foto: Thinkstock

Cerca de la Reserva Nacional de Paracas, un área natural protegida que combina desierto y mar, se encuentra el Candelabro, un geoglifo grabado en un acantilado y cubierto por la arena. Mide casi 180 metros de largo y más de 50 metros de ancho. La figura es un misterio; se desconoce su origen y sus creadores, pero se cree que está relacionada con la Cábala y la letra Psi del alfabeto griego. En la parte superior muestra figuras zoomorfas. Combina la visita con otros grandes atractivos de la región: como las islas Ballestas, habitadas por gran cantidad de especies de aves y lobos marinos y las playas de la reserva, como la Playa Roja, llamada así por el color rojizo de su arena, un sistema costero cortado también por impresionantes riscos.

Reynisfjara, Islandia

Reynisfjara es una formación rocosa que se encuentra en Islandia y es uno de los paisajes maravillosos de este país. Foto: Thinkstock

Una playa de arena negra en la punta de la costa sur, con columnas de basalto en la montaña de Reynisfjall. Su formación escalonada recuerda una pirámide egipcia. Del mar sobresalen dos de agujas rocosas, los pináculos marinos de Reynisdrangur que alcanzan los 66 metros de altura. La leyenda dice que estos gigantes son los cuerpos tres trolls petrificados.Este es uno de los tantos paisajes místicos y fantásticos de la isla, una maravilla natural constantemente azotada por las tormentas del Atlántico. Se encuentra en el pueblo de Vik, a unos 180 km de Reikiavik.

Praia Da Marinha, Portugal

La Playa de Marina se encuentra en la costa atlántica de Portugal y es una enorme acantilado bañado por aguas cristalinas. Foto: Thinkstock

La "playa de la Marina" se encuentra en la costa de Algarve, en el Atlántico. Afortunadamente es un atractivo poco visitado, pero muy fotogénico. La hacen única esos arcos y túneles naturales, las formaciones que se alzan a unos metros de la orilla y esas aguas cristalinas de un azul brillante. La guía Michelin la considera una de las 10 playas más bonitas de Europa. La tranquilidad del agua se presta para esnorquelear o dar un paseo en bote.

Los 12 Apóstoles, Australia

En el parque Port Campbell de Australia está la zona de 12 apóstoles con agujas de piedra caliza que la hacen incomparable. Foto: Thinkstock

Un conjunto de pináculos de piedra caliza, de hasta 45 metros de altura, emergen del mar en el Parque Nacional Port Campbell, en el estado de Victoria. Dato curioso, sólo son 9 agujas. La erosión del viento y el agua las ha estado esculpiendo desde hace 10 o 20 millones de años. Primero fueron cuevas; después estas cuevas se transformaron en arcos para quedar convertidas en enormes agujas.

Las mejores horas para visitar el lugar son al atardecer y al amanecer, cuando las rocas se pintan de tonos anaranjados y rojizos. Se encuentra a 275 km de la ciudad de Melbourne, a lo largo de la ruta llamada Great Ocean Road. Se organizan paseos en bote, caminatas y vuelos en helicóptero.

Moher, Irlanda

Moher es un acantilado que tiene 300 millones de años y fue declarado Reserva Natural Protegida por la UNESCO. Foto: Thinkstock

Se extienden 8 km a lo largo de la costa atlántica, en el condado de Clare, al oeste de Irlanda. El dramático paisaje con las olas feroces rompiendo a los pies de estos acantilados y sus interminables paredes verticales, con entrantes y salientes, cuyo punto más alto se eleva a 214 metros, atrae a la orilla del precipicio a los curiosos turistas. Pero hay que tener cuidado porque el viento es traicionero, a veces con ráfagas inesperadas de 100 km/h, lo que ha provocado que más de uno caiga al vacío.

El clima y la marea hacen su trabajo para que aquí ocurra la ola perfecta, hasta de 12 metros de altura imán de surfistas.Estas formaciones tienen una antigüedad aproximada de 300 millones de años, es una reserva natural protegida por la UNESCO y un laboratorio al aire libre para la Ciencia, pues cada una de las capas de roca conserva material fosilizado. Cuando el frío deja de calar, el paisaje se cubre de una suave alfombra verde.

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