En el centro cultural y turístico Mushily se preparan cuatro cocteles típicos. El proyecto empezó con la construcción de una cabaña de paja toquilla, bambú y caña guadúa. Ahí se instaló un bar en el que también se vende jugo natural de caña y frutas cultivadas por los nativos. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO
El maíz, la caña, la yuca y el plátano maduro son los ingredientes principales de los cocteles tsáchilas. Desde hace tres meses se elaboran en la comuna Chigüilpe, ubicada en el kilómetro 7 de la vía Quevedo – Santo Domingo.
En el centro cultural y turístico Mushily se preparan cuatro cocteles típicos. El proyecto empezó con la construcción de una cabaña de paja toquilla, bambú y caña guadúa. Ahí se instaló un bar en el que también se vende jugo natural de caña y frutas cultivadas por los nativos.
Además, los guías asistieron a varios talleres en los que aprendieron sobre manipulación e higiene de alimentos. Estos talleres han sido dictados por la Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas, desde el 2018. “Creamos el bar y renovamos el restaurante para poner en práctica todas las normas de higiene y atención al cliente que aprendimos”, señala Abraham Calazacón, líder de Mushily.
Wishishi Calazacón es el guía nativo que se encarga de preparar los cocteles. Él debió investigar la historia y preguntar a sus familiares sobre las bebidas típicas que se degustaban en las fiestas como Kasama (Nuevo amanecer) o en las mingas que se hacían en cada comuna.
De hecho, algunos ingredientes y tiempos de cocción cambian de acuerdo con las comunas o las familias que las preparan. Wishishi encontró tres recetas que son las más tradicionales y también creó una bebida que lleva su nombre.
Todas las bebidas tienen un ingrediente especial: el malá. Esta es una chicha elaborada con jugo de caña y maíz fermentado. Por lo general, se realiza unas semanas antes de la fiesta Kasama y es una bebida para compartir entre familiares y amigos.
Lun malá está elaborado con esta chicha, pero también tiene maduro. Su sabor es dulce a diferencia del malá, que tiende a ser ácido. El Paba lun malá es parecido al anterior, pero se utiliza un plátano morado. Su aspecto tiende a ser café y el sabor es más concentrado.
Con la yuca también se elabora el coctel Ku chu malá. El tsáchila debe majar la yuca y ponerla a fermentar envuelta en una hoja de plátano. “Su sabor es refrescante”.
El último coctel es el Wishishi que es una mezcla de malá con jugo de limón y de caña de azúcar. Lo sirven en unos vasos de mate con la forma del peinado de los hombres tsáchilas.
Los cocteles cuestan entre USD 3 y USD 5. Wishishi señala que además de ser una bebida para compartir con amigos también sirve como energizante y ayuda a los problemas de circulación. Los turistas pueden decidir qué tan fermentada quieren su bebida.