Los tsáchilas buscan rescatar su cultura para ser declarados como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Fotos: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Los tsáchilas trabajan a contrarreloj para lograr la declaratoria de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Según el gobernador tsáchila Javier Aguavil, en el Plan de Vida, que fue elaborado por lo nativos, consta que hasta el 2020 se debe lograr la declaratoria por parte de la Unesco. Ese reconocimiento busca que se preserve la cultura Tsáchila y que no se distorsione con el pasar del tiempo.
Para lograr esa categorización a nivel mundial, el primer paso era ser declarados como patrimonio inmaterial por el Municipio de Santo Domingo. Esa denominación debía darse el 22 de junio, en el marco de las fiestas por los 50 años de cantonización.
Pero esa actividad fue suspendida, debido a que un grupo de tsáchilas no estuvo de acuerdo con el borrador del proyecto, que fue elaborado por una consultoría privada que contrató el Municipio de Santo Domingo.
El diagnóstico que arrojó ese estudio fue que en las comunas se han perdido la lengua ancestral (el tsa’fiki), las costumbres, el territorio y cultura.
Los nativos de las comunas Peripa y Chigüilpe mostraron su rechazo al contenido del proyecto. Para ellos, esos temas, que se deben preservar, son muy globales y propusieron en un oficio que se difundiera el proyecto en las siete comunas a través de asambleas extraordinarias y en base al estudio de la consultoría se incluyan otros temas como la medicina ancestral, los mitos y leyendas tsáchilas.
José Luis Calazacón, presidente de Peripa, señaló que la propuesta de la declaratoria nació cuando se elaboró el Plan de Vida de la nacionalidad. “Ese plan fue elaborado por todos. Así debió darse el proceso de la declaratoria”.
En el documento que enviaron los tsáchilas al Municipio y a la Gobernación se propuso una moratoria hasta realizar una investigación profunda sobre los bienes tangibles e intangibles, los impactos sociales y beneficios que tendrá la declaratoria para la nacionalidad.
Los tsáchilas de la comuna Peripa también solicitaron que se creara una comisión que no solo incluya a funcionarios del Municipio y de la Gobernación sino también a los ponés (sabios), a los historiadores orales y jóvenes tsáchilas.
Ese grupo deberá encargarse de investigar y redactar el proyecto. “Se pueden tomar datos y el formato del borrador que ya está hecho, pero debe añadirse las nuevas investigaciones”.
Mateo Calazacón, presidente de la comuna Chigüilpe, señaló que el documento tiene algunas falencias. “Por ejemplo, se dice que los tsáchilas han perdido su idioma ancestral, pero no se trata el problema de fondo, que es el que en cada comuna se pronuncian o se escriben de forma diferente algunas palabras”.
Pero según el gobernador tsáchila, esta primera declaratoria cantonal permitirá que esos temas se solucionen a través de una ordenanza. Se lo hará por medio de proyectos de salvedad, materiales didácticos para la escuelas y la comunidad. También se trabajará en la recuperación de sitios sagrados y se harán videos para la enseñanza del idioma en las comunas y de la cultura.
Cuando se haya trabajado en esos proyectos se hará un pedido de una declaratoria a escala nacional. Eso permitirá que el Gobierno invierta en proyectos para rescatar la cultura.
Una vez que se logren esos proyectos, el presidente de la República deberá solicitar a la Unesco la declaratoria como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Es un trabajo extenso y se nos acaba el tiempo”, señaló el gobernador.