Los tsáchilas mantienen su lucha por ríos limpios

Un estero contaminado fue identificado por un tsáchila.

Un estero contaminado fue identificado por un tsáchila.

Un estero contaminado fue identificado por un tsáchila. Foto: Bolívar Velasco/EL COMERCIO

Los tsáchilas juran que su diosa Mapia está enfadada y les pide que hagan algo por el bie­nestar de la naturaleza.
Los nativos de Santo Domingo de los Tsáchilas llaman de esa forma a la diosa de sus ríos, a quien invocan en sus rituales para que el líquido vital y los productos que salen de los afluentes no hagan falta.

Augusto Calazacón cuenta que la diosa le dijo -en una revelación- que añora la pureza de hace cientos de años, cuando el agua de ríos y cascadas era cristalina.

Este chamán, de 62 años de edad, que habita en la comuna Chigüilpe, dice que a partir de esa manifestación tiene recelo de invocar aMapia, por temor a un rechazo mayor por la contaminación que sufren los afluentes que desembocan en las siete comunas.

Según los tsáchilas, la afectación que tienen 30 ríos de Santo Domingo y que fue confirmada en un análisis del Ministerio del Ambiente, en el 2013 y 2014, los afecta directamente a ellos porque estos desembocan en sus comunas.

Además, son la principal fuente de captación para sus necesidades diarias, debido a que no tienen un sistema regular de agua potable.

Este argumento consta en la denuncia que la Gobernación Tsáchila presentó el 26 de septiembre de este año en la Fiscalía de Santo Domingo, por una presunta contaminación ambiental. Lo que motivó esta diligencia fue la contami­na­ción que sufrieron los ríos Chigüilpe y El Poste, el 12 de septiembre pasado.

Ese día, un grupo de moradores de esas comunas alertó a las autoridades sobre la presencia de una gran cantidad de peces muertos en las orillas.

El gobernador de la etnia, Javier Aguavil, asegura que la revelación de la diosa Mapia los motiva a seguir en estas acciones, para que las autoridades hagan una remediación integral de los afluentes.

En medio de estas diligencias, se conformó una comisión de seguimiento integrada por actores de la sociedad civil, ambientalistas, profesionales de la ingeniería, abogados y delegados de los diferentes sectores que se sienten afectados
por la contaminación.

Mateo Calazacón, presidente de la comuna Chigüilpe, refirió que en el momento se define una fecha para viajar en comisión hasta la Presidencia, el Ministerio del Ambiente, la Secretaría Nacional del Agua y Defensoría Pública.

“Necesitamos que en la planta central de estas instituciones conozcan lo que está pasando con nuestros ríos”. Mientras la Prefectura continúa con los análisis del agua de los ríos Chigüilpe y El Poste.

Técnicos de esta entidad emitieron un informe preliminar en el que señalaron que están en un estado de polución, es decir, una contaminación producida por la actividad humana o de procesos industriales o biológicos.

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