Un ensayo de ‘La Traviata’ en el Teatro Centro Cívico. La obra contará con una docena de bailarines del ballet En Avant, 50 coristas, la orquesta en pleno y una decena de cantantes líricos, en sus funciones gratuitas de este 8 y de 10 de mayo. Foto: Cortesía Amaury Martínez / OSG
La soprano quiteña María José Fabara, protagonista de la ópera ‘La Traviata’, dice que el compositor romántico italiano Giuseppe Verdi parece haber compuesto la obra para tres diferentes Violetas, pues su personaje parece requerir de una cantante distinta por cada acto.
En un inicio se requiere un gran control de florituras, pasajes rápidos y agudos –dice-, luego de “un registro más central” y la presencia de los graves domina el tercer acto, con una técnica para cada situación que va viviendo Violeta, su papel.
“La música suprema de Verdi marca la evolución de esta mujer, que en un primer acto es burbujeante, florida y alegre; para mudar al desgarro, a la duda entre aferrarse al amor o al sacrificio; hasta una cuestión fúnebre y oscura, cuando está más cerca de la muerte”, explicó Fabara, quien protagoniza su primera ópera en Guayaquil.
‘La Traviata’ (que en español podría traducirse como ‘La extraviada’) se estrenará este miércoles 8 de mayo, a las 19:30, en el escenario del Teatro Centro Cívico del sur de Guayaquil y volverá a presentarse este viernes 10, también de forma gratuita, en una producción de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG), con más de 150 personas en escena.
El espectáculo dirigido por la batuta de la Orquesta, el músico ítalo-argentino Dante Anzolini, cuenta con una docena de cantantes líricos, la orquesta en pleno con 80 músicos, 50 coristas de la institución y una decena de bailarines del ballet En Avant.
Anzolini se propuso a partir del vestuario y la escenografía ambientar la obra en el Guayaquil de comienzos del siglo XX, en el del boom cacaotero -en vez del París original de mediados del XIX-, respetando la música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, que contará con una traducción simultánea.
El tenor guayaquileño Andrés Córdova y la soprano quiteña María José Fabara protagonizan la ópera ‘La Traviata’ en los papeles de Alfredo Germont y Violeta Valéry. Foto: Cortesía Amaury Martínez / OSG
La obra esta basada en una adaptación teatral de la novela de Alexandre Dumas (hijo) ‘La dama de las camelias’ (1852) y cuenta la historia de amor trágico y truncado entre Alfredo Germont, en este caso hijo de un millonario cacaotero de Guayaquil, y Violeta Valéry, una meretriz o dama de compañía “de alto extracto”. Violeta será consumida a partes iguales por el amor, la enfermedad y la pena.
El elenco ecuatoriano lo integran la soprano Vanessa Solórzano, la mezzo-soprano Natacha Cóndor, el tenor Francisco Ortega, el bajo Fabián González y los barítonos Alex Rodríguez, Diego Maldonado, Roy Espinoza y David Peña.
El tenor guayaquileño Andrés Córdova interpreta su segundo protagónico, tras encarnar el año pasado a Rodolfo en ‘La bohème’ (La bohemia), en el primer gran montaje operístico de la OSG. Obtuvo el papel de Alfredo Germont tras un proceso de dos audiciones que inició el año pasado.
“Es un honor ser participe del renacimiento de la lírica en mi ciudad, que tuvo una tradición y grandes artistas de la ópera hace más de 70 años”, dice Córdova, quien describe a su personaje como “un muchachito caprichoso y enamoradizo”, que evoluciona en escena y se convierte en hombre al vivir un amor desgarrador.
La historia de amor entre el joven adinerado y la famosa prostituta se ve impedido cuando el padre de él le reclama a la mujer por manchar a su familia con la relación.
“En principio ella no se puede permitir el amor, pero conoce a Alfredo, se le mueve el piso y cree que todo puede ser distinto. Se despoja de su vida pasada para irse a vivir con él”, refiere la soprano María José Fabara. “Luego sacrifica su propia felicidad y el amor que siente por él. A lo largo de la ópera se va redimiendo, de alguna forma deja atrás esa vida bohemia y se convierte en una mujer pura”.