Un estudio muestra que la mayor cantidad de especies de estos peces está en la región tropical del continente Foto: Jorge Gonzalez/ revista PlosOne.
Las condiciones geográficas, así como las barreras naturales, han tenido un impacto directo en la diversidad y distribución geográfica de tiburones y rayas en el continente americano. Esto ha influenciado en la marcada diferencia que existe entre las especies que habitan en el Atlántico con las que se encuentran en el Pacífico de las costas de América Tropical. Solo el 37% de los tiburones que están en el primero, también se los puede encontrar en el Pacífico y en el caso de las rayas es el 13%.
En las costas del océano Atlántico de esta zona, que va desde América Central hasta el norte de Chile, habita el número más alto de especies de tiburones de la región (105). En la misma latitud, pero al otro lado del continente, el número desciende a 80. La mayor diferencia entre ambos océanos está en la cantidad de especies endémicas. Solo cuatro se encuentran en las costas pacíficas, a diferencia de las 21 que están en la zona del Atlántico.
Jorge Carrillo-Briceño, profesor de la Universidad de Zúrich en Suiza, explica que la principal diferencia entre la diversidad actual de tiburones y rayas de la región pacífica y atlántica de América Tropical podría ser una respuesta a factores como: la historia evolutiva de estos peces en los últimos 23 millones de años; las condiciones oceanográficas y geográficas en la región; y los parámetros ecológicos que caracterizan a cada especie.
Estos factores fueron analizados en la investigación de Briceño ‘Shark and Ray Diversity in the Tropical America (Neotropics)—an examination of environmental and historical factors affecting diversity’, que fue publicada en el portal especializado PeerJ.
Los investigadores explican que hasta el momento no existía una recopilación que mostrara de manera regional la diversidad de este grupo de peces en la zona tropical de América, desde un punto de vista evolutivo y biogeográfico.
Un estudio muestra que la mayor cantidad de especies de estos peces está en la región tropical del continente Foto: Jorge Gonzalez/ revista PlosOne.
Según Carrillo-Briceño, el fenómeno se atribuye a que ambas regiones oceánicas estuvieron conectadas por muchos millones de años, lo que permitió el libre tránsito de especies marinas entre el Pacífico y el Atlántico. Pero al final del período Neógeno (alrededor de 5 millones de años), “uno de los procesos geológicos más importantes en los últimos 65 millones de años de la Tierra, tuvo lugar en el continente Americano”.
Este evento fue la creación del istmo de Panamá, que fue el puente terrestre que unió ambas Américas y cerró ese libre acceso entre las regiones oceánicas. Este puente, que permitió que animales terrestres se movieran libremente entre el norte y sur del continente, separó a las faunas marinas y disparó una serie de cambios ambientales y oceanográficos en ambas regiones.
Carrillo-Briceño explica que los resultados de la investigación sugieren que al menos 29 especies de rayas y tiburones fueron afectados directamente por los cambios ocurridos después de este proceso. Para el autor del estudio, lo que más debe preocupar en la actualidad es la forma en que los humanos están manejando los recursos marinos en la región.
Los tiburones se pescan principalmente por su carne, sus aletas, la piel, el cartílago y el hígado. Según el Plan de Acción Internacional para la Conservación y Gestión de las Poblaciones de Tiburones de la FAO, el valor del comercio mundial de estos productos es aproximadamente de
USD 1 000 millones .
Las capturas mundiales de tiburones notificadas a la FAO se han triplicado desde 1950 y alcanzaron su nivel más elevado de todos los tiempos en el año 2000, con 888 000 toneladas. Desde entonces, se percibe una tendencia a la baja con un 11% menos de capturas (790 000 toneladas) el 2014. Esto se atribuye a los tratados que protegen a estos animales.