Imagen referencial. Un 98% de los cargadores falsos probados por Electrical Safety First tienen potencial de causar incendios o shocks eléctricos letales. Foto: Pixabay
Hay quienes piensan que un cargador para su teléfono celular no debiera ser un gasto significativo y, por tanto, utilizan sus cables incluso si ya están rotos, o los compran a un precio muy barato. Sin embargo, esta costumbre podría no ser la ideal por cuestiones de seguridad y de integridad del teléfono.
BBC Mundo hizo un listado de las consecuencias que los usuarios podrían sufrir al comprar un cargador falsificado o al usar un cable en mal estado para poner a recargar la energía con la que funcionan sus teléfonos.
La nota está basada en un informe de Electrical Safety First, una organización de divulgación sobre seguridad eléctrica. La investigación arroja algunos impresionantes datos sobre cargadores de mala calidad, como el hecho de que un 98% de los cargadores falsos probados por la ONG tienen potencial de causar incendios o shocks eléctricos letales.
Esta última representa uno de los riesgos más graves de la utilización de este tipo de cargadores. La BBC explica que esto no se da únicamente con cables rotos o en mal estado; también puede ocurrir con cargadores falsificados.
Pero esta no es la única posible consecuencia; también está el riesgo latente de incendios o explosiones. Por otra parte, estos cargadores además pueden generar daños irreparables en la batería del teléfono, pues el voltaje que utilizan no siempre se acopla a los estándares de corriente de los distintos países.
Ahora bien, ¿qué se puede hacer para evitar una situación como esta? Lo primero sería que el usuario se asegure de que el cargador que está utilizando se encuentre en buen estado. Para evitar echarlo a perder antes de tiempo, la BBC recomienda evitar enrollarlo y doblarlo, así como guardarlo en lugares de altas temperaturas.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta ciertos consejos para evitar comprar un cargador falsificado. Primero hay que fijarse en el peso; los cables falsos son más ligeros y, por lo general, por dentro están huecos.
Además, las patas suelen ser más grandes en los cargadores falsos y el enchufe puede tener brillos o imperfecciones. Por último, es importante revisar bien y las instrucciones del producto. El usuario puede notar una falsificación si el texto tiene errores ortográficos o gramaticales.