La llegada de las llamadas telefónicas vía Whatsapp anticipa un golpe -casi mortífero- para las operadoras de telefonía fija y para otros servicios relacionados incluso con la celular. Esas son las razones por las que ya muchos dieron un nombre apocalíptico a este fenómeno: ‘día W’.
Solo se debe hacer un ejercicio personal para ver qué del mundo de las telecomunicaciones usamos ¿teléfono fijo? ¿mensajes SMS? ¿roaming internacional? ¿llamadas? La sola llegada de Whatsapp en el 2002 puso en agonía el SMS personal y ya solo es aprovechado por los bancos para mandar informativos a sus clientes, por ejemplo.
El nuevo uso de la aplicación para hacer llamadas pone en la cruz al servicio de telefonía fija (si es que ya no estaba amenazada por los propios celulares) y pronto también comprometerá la supervivencia de la voz móvil.
Hasta enero la ‘app’ tenía más de 700 millones de usuarios activos y se intercambian a diario 30 000 millones de mensajes entre los usuarios. Las llamadas en Whatsapp son gratuitas y se anuncia que serán más estables (que otras aplicaciones), por lo cual el negocio para las operadoras de telefonía se compromete. Calculan que en el 2016 las compañías mundiales dejarán de recibir USD 54 000 millones, según un análisis de El Tiempo de Bogotá.
¿Cómo se reinventarán las operadoras fijas y celulares? La respuesta obvia es con otros servicios que complementen la experiencia de usuario. En América Latina, por ejemplo, ya muchas de ellas apuestan al ‘streaming’ de video o música e incluso a conformar medios de comunicación alternativos. Entonces, ese giro tocará otros tableros publicitarios.
Sin embargo, el mayor reto para las operadoras será enfrentarse a sus usuarios. Las llamadas por Whatsapp requerirán mejores condiciones de las redes (necesitan 400 KB por minuto) y por lo cual deberán abrir mejores planes de datos y expandirse a todo el país. ¿Difícil?