Su afición por la fotografía no está reñida con su carrera, la Biología Molecular. Pablo Rojas Mencías supo combinar estas dos áreas.
A través de las imágenes, registra lo que descubre en el laboratorio de investigación; él lo llama fotografía científica.
Toma fotos hace más de 10 años. Cuando vivía en Ecuador hacía fotografías para la revista Vida Activa, Huairasinchi -una competencia de aventura- y la Vuelta al Cotopaxi.Lo hacía mientras estudiaba Biotecnología, con una subespecialización en Microbiología, en la Universidad San Francisco de Quito. Cuando viajó a Irlanda para seguir su maestría en epidemiología bacteriana mantuvo su afición. “Tomé y tomé fotografías de ciencia que siempre documenté. Capturo las imágenes de las muestras de diferentes microorganismos, como bacterias, parásitos y otros”.
Rojas se interesó tanto por la fotografía científica que consiguió recursos de la Unión Europea para organizar una exposición con sus fotografías.
Su objetivo era mostrar a la gente la existencia de las enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos.
Tiene una página electrónica denominada Zoonosisart.com
Con apenas 26 años, ha publicado varios estudios científicos en revistas internacionales y ganó una beca para realizar un doctorado en Alemania.
Ahora vive en Dublín, Irlanda, una isla al noroeste de Europa, donde finalizó su maestría en epidemiología bacteriana.
Su trabajo en ese país ha sido fructífero. Elaboró un cuestionario para identificar las enfermedades infecciosas, en particular en leptospirosis, una enfermedad febril aguda, que afecta a algunos animales y al ser humano.El test que diseñó está listo en un tiempo máximo de cinco horas y fue desarrollado para identificar genomas de la leptospira patógena, presente en muestras clínicas de animales o humanos o que también se encuentran en el ambiente. Mientras realizaba el test se ganó una beca en una incubadora de empresas para desarrollar este proyecto y comercializarlo.
Gabriel Trueba, director del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, dice que su ex alumno tenía muchos intereses.
“No solo manifestaba su gusto por la ciencia, sino también por la fotografía. Quería aprender nuevas áreas”.
Trueba comenta que Rojas desarrolló una tesis sobre la genética de la leptospira, una bacteria aeróbica, que vive por largo tiempo en agua fresca, estiércol, barro y otros ambientes.
Cuando se graduó de la carrera, hizo una pasantía en el laboratorio de Biotecnología de la Universidad San Francisco de Quito. María de Lourdes Torres, vicedecana del Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales, siguió de cerca su trabajo.
“Siempre fue una persona muy entusiasta y curiosa. Le gustaba saber más de lo que aprendía en clases”.
En Inglaterra ganó el premio a la mejor presentación escrita de la Sociedad Microbiología Aplicada. En Alemania, donde cursará su PhD, efectuará investigaciones sobre las enfermedades infecciosas que afectan a los enfermos de sida.
Este joven estudió en el Colegio El Sauce. Camila Khalifé, su ex compañera, comenta que siempre fue un buen estudiante. “Pablo fue abanderado en la primaria y en la secundaria, pero no era norio; le gustaba farrear y era superamiguero”.
Camila Khalifé comenta que a él le gustaba incursionar en muchos campos. “Le interesaban la música, el cine y el teatro”.
“Hace poco veíamos un video cuando éramos colegiales y Pablo hizo de montubio con machete en mano”. A este investigador le gustaría regresar al país para aplicar sus conocimientos. “Nunca he descartado la idea”.