Un informe publicado este mes muestra los modelos de teléfonos celulares que más radiación electromagnética emiten.El estudio fue desarrollado por el organismo internacional Cellular Telecommunications Industry Association (CTIA).
Según esta entidad, para que un móvil se pueda comercializar en Estados Unidos, su tasa máxima de absorción debe ser inferior a 1,6 vatios por kilogramo.
Esta tasa de absorción mide la potencia de radiación que penetra al cuerpo humano.
En EE.UU. se permite que los móviles presenten un valor de SAR máximo de 1,6 vatios por kilogramo, mientras que en el continente europeo se exige un límite de 2 vatios por kilogramo.
Aunque hay corrientes que advierten sobre el posible efecto que las radiaciones de los celulares puedan tener, aún no hay suficientes pruebas científicas que establezcan una relación con enfermedades, como tumores cerebrales, por ejemplo.
En este trabajo, tres modelos de teléfonos Motorola encabezan el listado de celulares que emiten mayor radiación.
También aparecen los teléfonos inteligentes BlackBerry y dos dispositivos móviles de la compañía japonesa Sony.
El investigador Jorge Carlo, especialista en radiaciones, advierte que la información científica sobre los riesgos de las radiaciones emitidas por los celulares en el organismo humano aún no se han esclarecido.
“La ciencia todavía no sabe qué tan peligrosos pueden ser para la salud, a pesar de las investigaciones desarrolladas”.
La Food and Drug Administration (FDA), un organismo regulador en los Estados Unidos que es responsable de garantizar la seguridad de una gran variedad de productos de consumo, considera que el riesgo es pequeño.De todos modos, esta entidad recomendó a la industria diseñar celulares para minimizar la exposición a la radiación electromagnética.
La FDA sugiere a los usuarios evitar el empleo del teléfono celular para realizar llamadas prolongadas. Además, recomienda que quienes llaman intenten alejar la antena del cuerpo. La amplitud del campo electromagnético se reduce alrededor de un 70% a una distancia de cinco centímetros y es 50 veces más baja a 90 centímetros.
En un artículo publicado en la revista Science, el investigador Ronald Herberman, director del Instituto del Cáncer en la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, explica que los estudios con seres humanos no indican que los celulares sean inocuos, y tampoco indican que sean peligrosos. “Pero un conjunto creciente de pruebas indica que deberíamos reducir la exposición mientras continúa la investigación de este campo”.Eduardo Arízaga, médico neurólogo, profesor de la Universidad San Francisco de Quito, explica que no hay casos que revelen que el uso del celular cause tumores cerebrales, como se advirtió en algunas ocasiones.
Tampoco, precisa, hay evidencias científicas que revelen que el uso del teléfono interrumpa, por ejemplo, el ritmo cardíaco.
“Es una tecnología utilizada de forma masiva. Si estos teléfonos causarán daños, ya se habrían difundido los casos de personas con tumores, por ejemplo”.