Gabriel Trueba
microbiólogo e investigador
Coincido plenamente con un gran científico contemporáneo en que la manifestación más plena de la libertad está en la mente humana.
Se la ejerce cuando tratamos de alejarnos de los condicionamientos ideológicos o los dogmas e intentamos percibir la naturaleza tal como esta se manifiesta.
Según mi punto de vista, la libertad también es la potestad de buscar caminos inexplorados y, al mismo tiempo, desafiar los actuales paradigmas que explican los diferentes fenómenos naturales.
En la actualidad, mucha gente piensa que las hipótesis, las teorías y las leyes propuestas por los científicos no son inamovibles o inmutables. Pero contrariamente a lo que la gente piensa, sí se las puede modificar, perfeccionar y en algunos casos incluso enterrar. Esta libertad no existe en otras disciplinas o en la mayoría de actividades de la cultura humana.
La única condición necesaria para ejercer este privilegio es comprender a profundidad las hipótesis, teorías y leyes, algo que muchas veces nos puede tomar una vida completa.