Leyendas y tradiciones ecuatorianas se transformaron en videojuegos

Los participantes de entre 18 a 27 años recibieron sus reconocimientos en las instalaciones de la Universidad SEK. Foto: Cortesía Universidad SEK
Cada año, la Universidad Internacional SEK y la empresa Robotic Minds organizan el torneo GameDevUp, en el que participan desarrolladores de videojuegos. Este 2022, los títulos tenían que, además de ser jugables, relatar una leyenda del país. Dependiendo de la categoría, los concursantes debían enfrentar diferentes dificultades.
Los más pequeños trabajaron en plataformas digitales para aprender a programar, como Coburn o Scratch. En estas categorías los simuladores de programación se concentran más en lo gráfico. Se ve la creatividad que va de la mano de la narrativa de la leyenda.
En cambio, los más grandes de las categorías sénior y pro lo hicieron en plataformas profesionales de desarrollo, en las que la dificultad era diferente. En esta se tienen que usar más recursos, incluso para lograr hacer videojuegos en 3D. En este caso, los personajes se construyen en Adobe Ilustrator con softwares como Render o Maya, en donde se hace el trabajo de creación de personajes.
Diego Riofrío, director de la Digital School de la Universidad SEK, explica que los niños y jóvenes no participan para ganar una competencia dentro de un videojuego, sino que es un torneo de desarrollo. La temática este año fueron las leyendas ecuatorianas.
Distintos equipos de instituciones educativas, estudios de desarrollo de videojuegos y personas interesadas, como niños y jóvenes, se inscribieron. Hubo 60 participantes en las cuatro categorías.
La categoría para los más pequeños agrupaba a los creadores de entre 6 y 8 años, la júnior a los de entre de 9 y 11; la sénior de 11 a 17 y la pro con participantes de entre 18 y 27 años. La narrativa digital desarrollada debe sustentarse en la estructura literaria del cuento y, a través de ella, se debe graficar y construir personajes.
Se busca que todo se traduzca en una construcción jugable en cualquier parte del mundo.
Daniela Coello, de 7 años, fue una de las galardonadas de la categoría júnior. Ella explica que su videojuego: ‘El robo de la iglesia’, se refiere a la leyenda del Quito colonial sobre el hurto ocurrido en la iglesia de Santa Clara.
Relata sobre una mujer que vio a tres hombres dejar bajo un árbol los objetos sagrados, que no eran de oro. Para conmemorar el episodio y la recuperación de esos objetos se construyó la iglesia del Robo, que está actualmente en la avenida 24 de Mayo. Este videojuego tiene dos escenarios: el pueblo con sus calles y la iglesia. En el desarrollo, el párroco persigue a los ladrones y debe atraparlos en la ciudad. En el segundo escenario, el jugador deberá atrapar al ladronzuelo entre una montaña, una quebrada y los árboles del entorno quiteño. En el tercer nivel hay que recoger monedas regadas por el campo.
David Astudillo, CEO de Robotic Minds, explica que el torneo busca fomentar el desarrollo de la industria de videojuegos del país, tomando en consideración la creatividad de los involucrados desde edades tempranas.
Astudillo destaca que los desarrolladores ecuatorianos tienen altas capacidades técnicas. Dice que los videojuegos logrados son tan bien hechos que se trabaja en la posibilidad de presentarlos en plataformas comerciales de alto nivel como Apple Store y Play Store, de Android. Se busca también configurarlos para PlayStation y Xbox.
Entre los participantes de mayor edad, uno de los premios lo obtuvieron dos chicas que conformaron el grupo denominado Jakana e intervinieron en la categoría pro. Hicieron un videojuego basado en un mito del pueblo Waorani. Su título fue ‘Akki y el árbol de las almas’.
Cindy Charvet, desarrolladora creativa, fue la encargada de la programación de este videojuego; y Sofi Ojeda, artista multimedia, se ocupó de la parte de arte y animación 2D. El juego se basa en la leyenda waorani del Árbol de las almas. Esta narra el recorrido de Akki, una mujer que debe escoger su camino hacia la reencarnación. Las decisiones que tome le otorgarán amuletos para despertar al espíritu de su animal guía. El jaguar es el animal más fuerte, en el que todos quieren reencarnar. Si las acciones en vida fueron buenas habrá una carrera del alma contra este animal. Charvet y Ojeda dieron protagonismo a la mujer en su desarrollo digital, para posicionar los reclamos de género dentro y fuera de esa nacionalidad ancestral.
Juegos
Uno de los aspectos que se debe destacar este año es que el 70% de quienes triunfaron en el certamen fueron, precisamente, mujeres y niñas.
En cambio, ‘Perdido entre los Tayos’ fue desarrollado por los profesionales Luis Domínguez, Daniel Betancourt y Sebastián Rhon.
‘Perdido ente los Tayos’ es un juego de simulación y combates en tercera persona, desarrollado en la Cueva de los Tayos y el misticismo que la envuelve. Incluyeron personajes de leyendas shuar.
Astudillo indica que los ganadores del año pasado ya postularon a un capital semilla para que el videojuego se pueda comercializar.
Otros videojuegos ganadores fueron proyectos como ‘La Dama Tapada’, de Valentina Solano; ‘El Tintín’, de William Ordóñez’.
En la categoría Beginner, es decir, 8 a 11 años, se destacó Nayeli Sarahí, con ‘La Casa 1028’.