Una investigación se enfocó en el uso de suelos amazónicos

Los mercados son los principales centros para la venta de productos de la Amazonía.

Los mercados son los principales centros para la venta de productos de la Amazonía.

Los mercados son los principales centros para la venta de productos de la Amazonía. Foto: Archivo EL COMERCIO

Entre las comunidades mestizas e indígenas de la Amazonía ecuatoriana existen claras diferencias en las relaciones que tienen unos y otros con sus tierras. Mientras que para unos estos espacios tienen una relación más directa con el comercio, los otros los ven como sitios a partir de los cuales pueden fomentar sus relaciones comunitarias.

Estos elementos son analizados en un estudio publicado recientemente en la revista digital Plos One, en el que trabajaron los científicos Cristian Vasco, Richard Bilsborrow, Bolier Torres y Verena Griess. En esta investigación, titulada ‘Agricultural land use among mestizo colonist and indigenous populations: Contrasting patterns in the Amazon’ (‘Uso de la tierra agrícola entre colonos mestizos y poblaciones indígenas: patrones contrastantes en la Amazonía’, en español), ellos determinan cómo es la relación directa entre unos y otros con sus entornos.

En un principio, y tras la revisión de la literatura científica al respecto, los investigadores determinaron que existen diferencias entre las concepciones sobre la tierra entre los colonos y los nativos shuar y kichwas. Para los primeros, esta tan solo es un espacio productivo en el que no entran a discusión elementos como la sostenibilidad, ya que lo que impera es obtener beneficios económicos del terreno.

Entre los shuar y los kichwas, en cambio, imperan las prácticas agrícolas sustentables en el momento de trabajar las tierras, ya que el fin principal de los cultivos es otorgar nuevos productos a la comunidad y su excedente venderlo a otras personas. Sin embargo, en la actualidad ya se pueden encontrar rastros de la cultura occidental en estas poblaciones, entre ellos: la ganadería intensiva o la ampliación de la frontera agrícola.

Como parte de la investigación, los científicos encontraron que una de las variables que amplían las fronteras de los cultivos comunitarios es la conexión que exista entre estos y las principales vías de acceso. Con una mayor facilidad de tránsito, mayor es la cantidad de productos que se pueden enviar desde el interior de la selva. Pero este factor no es determinante en todos los casos estudiados.

Como parte de la investigación, que se centró en las comunidades de Pastaza, se halló que varios de los centros comunales shuar estarían adoptando un modelo de producción agrícola y ganadera muy similar a la que llevan los colonos mestizos. Esto contrasta con los trabajos dentro de los núcleos sociales kichwas, cuya agricultura todavía se mantendría bajo los parámetros de la sustentabilidad.

A pesar de que unos presenten ciertos comportamientos sostenibles, esto no es una garantía de que el modelo de producción local se mantenga de la misma manera en las próximas décadas. Al respecto, los investigadores señalan que hay comunidades kichwas y shuar que se ven obligadas a la tala de los bosques y a la agricultura comercial con la finalidad de proporcionar una estabilidad económica para sus miembros. Es por eso que ellos recomiendan que el Estado debería garantizar los modelos agrícolas ecoamigables, mediante modelos de protección que garanticen ingresos estables para estos núcleos. Un ejemplo de ello es el programa Socio Bosque, el cual garantiza un pago a la comunidad si esta se compromete a mantener intacto el ecosistema.

Otra conclusión de los científicos es que la construcción de carreteras ha generado opiniones mixtas en torno a la conservación de la selva y la expansión de la agricultura.

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