Los animales y en especial los insectos le llamaron la atención desde que era niño. Creció en un ambiente tropical en una hacienda ubicada en la zona de La Maná (Cotopaxi). Cada vez que veía a una persona afectada a causa de parásitos, Manuel Calvopiña se preguntaba por qué estos organismos ocasionan enfermedades en las personas que viven en ese sector.
Esto fue lo que le incentivó a estudiar Medicina en la Universidad Central y formar parte del grupo de investigación del Hospital Vozandes en Quito hace 25 años. “Esta fue una gran experiencia que me permitió trabajar en exploraciones de varias enfermedades. Además he podido publicar 40 investigaciones científicas”.
Después de estos proyectos el médico ecuatoriano estudió una maestría en la Universidad de Londres, en la escuela de medicina tropical y después siguió un Phd en Parasitología en la Universidad Kochi de Japón.
Desde hace siete años es docente de la U. Central y jefe de laboratorio de parasitología molecular del Centro de Biomedicina. Ahí ha desarrollado varios proyectos hasta que descubrió un nuevo vector que transmite la leishmaniasis o mancha blanca en Ecuador.
La investigación tuvo apoyo del centro educativo y el proyecto Prometeo de la Senescyt. Y los científicos Yoshihisa Hashiguchi y Hirotomo Kato. El miércoles Calvopiña estaba en su laboratorio con las muestras de los insectos descubiertos en la Amazonía. Allí recordó que el proyecto científico tiene 20 años de estudio, pero que hace dos años ha trabajado con el doctor Hashiguchi en el área de biomedicina. Todo nació con la idea de encontrar la incidencia de la enfermedad.
Los primeros indicios de este nuevo vector fueron encontrados en un campo militar en el Coca en el 2013.
Durante cinco días capturaron los insectos y por medio de una disección microscópica establecieron a la especie denominada Lutzomyia tortura. Hasta ese momento no había información alguna de ella.
A través de la investigación se realizó un mapeo de la distribución geográfica de las especies de leishmaniasis y su parásito en el país.
Los resultados demostraron que esta enfermedad se encuentra en la Costa, valles interandinos y la Amazonía, es decir en 21 de 24 provincias.
Ahora Calvopiña y su grupo de científicos busca un tratamiento alternativo para la leishmaniasis.
La investigación fue publicado en diciembre del 2013 por la revista inglesa Acta Tropica que maneja temas sobre las ciencias biomédicas y de la salud a escala mundial.
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