Fotos insinuantes y videos provocativos suelen ser parte de los contenidos que algunas celebridades suelen publicar de forma voluntaria mediante sus teléfonos móviles y tabletas en sus cuentas en las redes sociales.
Sin embargo, son una parte visible de una tendencia que afecta a la seguridad informática de muchos usuarios, que suelen compartir contraseñas y fotos sin ropa (sexting) que luego derivan en diversos casos de acoso cibernético y exposición involuntaria de imágenes. Según un reporte elaborado por la compañía de seguridad informática McAfee, el 54 por ciento de los consultados admite compartir contenido íntimo a través de sus dispositivos móviles, tanto en fotos como video y mensajes instantáneos y de correo electrónico.
Si bien el 69 por ciento admite el uso de una contraseña, casi la mitad (un 46 por ciento) comparte la clave con otra persona.
En 2010, la consultora Ignis calculaba que de los casi diez millones de usuarios de redes sociales y blogs que había entonces en el país, la mitad eran adolescentes de entre 12 y 18 años; el 36% de ellos reconoció entonces que compartió en forma digital fotos propias en poses provocativas o sin ropa.
Por su lado, el uso de las contraseñas compartidas rememora el escándalo que afectó al ex director de la CIA, David Petraeus , que tenía una clave en común en una cuenta de Gmail con su biógrafa Paula Broadwell.
El estudio realizado en Estados Unidos entre unas 1500 personas, la encuesta Amor, relaciones y tecnología 2014 detalla que el segmento etario de 18 a 24 años es el que mayor contenido sexual suele recibir desde dispositivos móviles.
A su vez, el intercambio de contenidos íntimos también deriva en casos de acoso cibernético e intromisión en las cuentas de su pareja. Según el reporte, el 50 por ciento comparte el contenido del teléfono celular y el 48 por ciento hace lo mismo con sus cuentas de correo electrónico. A su vez, un cuarto de las personas consultadas ha tomado el dispositivo móvil de su pareja para ver qué otro mensajes o fotos almacenaba en su teléfono o tableta.
Incluso la intromisión de la tecnología en las parejas también se da en el resto de las actividades que se realizan en las redes sociales, con normas preestablecidas para publicar determinados contenidos en Facebook o Twitter.
“Hay una negociación estándar que tiene lugar en muchas relaciones, pero hoy hay muchas audiencias que observan”, afirmó Lee Rainie , director del Pew Research Center’s Internet and American Life Project, que explora la tecnología y la conducta humana