La cantidad de radiación emitida por los celulares es una información básica que debería estar incluida en cada uno de los terminales.
No se trata de fomentar la idea de que la radiación de estos teléfonos causa daños irreversibles a la salud, porque aún no hay suficientes evidencias científicas.
Lo que interesa es que esta información sirva, por ejemplo, para reducir el tiempo de exposición a estas emisiones, principalmente en los niños.
Las autoridades de San Francisco, en Estados Unidos, consideran que los usuarios necesitan conocer esta información.
La nueva ordenanza municipal, aprobada en esta ciudad, exige a los comerciantes de celulares divulgar el nivel de radiación que emiten los aparatos.
Es la primera ordenanza de este tipo que obliga a los comerciantes a revelar la tasa de absorción específica (SAR, por sus siglas en inglés), de sus teléfonos.
En la India también hay varias iniciativas en esta línea. El Consejo Indio de Investigación Médica pronto realizará una investigación quinquenal sobre los efectos de la radiación de los celulares para la salud.
Más países deberían imitar estas iniciativas.
Es un derecho y así lo debe entender la industria de la telefonía móvil.