Su primera conquista en el mundo de la programación fue crear un juego en el sistema DOS. Al ecuatoriano Boris Fernández le llevó dos meses de trabajo.
Su padre René, un ingeniero Mecánico amante de la informática, fue el primer sorprendido. Lo mostró a sus compañeros de trabajo y ninguno podía creer que lo había hecho un niño de 8 años.
Pero Boris podía repetir de memoria los pasos que siguió para su proyecto. Lo elemental lo aprendió de los libros que su padre tenía en casa. El resto llegó con la curiosidad, la creatividad y mucho tiempo frente al ordenador. Ahora pasa 16 horas al día interactuando con su equipo. A sus 28 años ha logrado un récord mundial de ‘overclocking’.
Esta es una práctica que permite incrementar la velocidad con la que trabaja una computadora. “Es el único en el país que lo hace a alto nivel. Se ha escuchado de otras personas, pero no han podido demostrarlo”, dice Simón Zambrano de la comunidad lineacero.org -expertos en videojuegos, ‘overclocking’ y ‘modders’-.
Normalmente un equipo funciona con 3,3 GHZ, que es lo que soporta el cerebro de una computadora. Pero Boris alcanzó 6,3 GHZ en el último Campus Party (2013).
Las computadoras que se usan para ‘overclocking’ son como los autos de Fórmula 1. Están armados exclusivamente para la carrera. Deben estar ‘tuneadas’, como dice Boris, para evitar que se fundan. Para eso usó un sistema de enfriamiento con nitrógeno líquido de Thermaltake.
Antes, el récord mundial de ‘overclocking’ era de 5,9 GHZ. Ahora este ingeniero en Telecomunicaciones trabaja para superar ese logro. Ya alcanzó 6,4 GHZ, pero no se registró en la página: https://hwbot.org/ El portal opera como una matriz mundial de ‘ranking’. A Boris solo le quedó como evidencia el video que hizo del momento. Está enfocado en lograr la meta. La obsesión es un rasgo de su personalidad. Viviana Craly (su novia) conoce de su perseverancia. “Pasa meses trabajando”, dice. Ella estudió Animación Digital y eso les permite entenderse.
Boris confiesa que le cuesta entablar conversación con personas que no son de ‘su mundo’. Por eso prefiere estar más tiempo con sus computadoras.
Cuando fue a estudiar una maestría en Japón, en Seguridad Informática, sus allegados no se enteraron que estuvo fuera ocho meses. Ahí la exigencia fue mayor. Pero estaba acostumbrado a trabajar las noches. Es cuando se dedica a los proyectos personales.
En la mañana es un técnico como cualquier otro en una empresa textil de Quito. Repara equipos averiados. Dice que le da ventajas. Tiene un horario de oficina, jefes que le permiten asistir a conferencias, un salario para no comprometer su vida. Y la posibilidad de probar piezas de las marcas internacionales que lo auspician, a través de la comunidad lineacero.org.
Pero el mayor beneficio es el tiempo para ser autodidacta. Así ha concretado proyectos como armar una computadora en una jaba de cerveza. Lo hizo cuando tenía 14 años.
6,3 GHZ es la marca con la que se rompió el récord mundial de ‘overclocking’.