Los cubrebocas inteligente de Xiaomi está construido con plástico y filtra diversos tipos de partículas. Tiene conexión USB. Foto: Xataca.com
Desde que empezó la emergencia sanitaria mundial, hace medio año, se han comercializado diferentes tipos de mascarillas. Se las prefiere por aminorar el contagio de coronavirus, pero las empresas tecnológicas han incorporado nuevas funciones para diferentes públicos.
Para obtener protección simple, ninguna como las N95. En realidad son un tipo de respirador y pueden filtrar el 95% de las partículas pequeñas inhaladas.
Están también las mascarillas de tela. Quedó establecido que los virus las traspasan, pero atrapan las gotitas que se liberan cuando la persona que las usa habla, tose, o estornuda.
Es un hecho que la tecnología y la innovación llegaron también a la fabricación de cubrebocas en estos seis meses. Un problema a la hora de usar cualquiera de ellas es que ocultan nuestra identidad y expresiones faciales.
Para eliminar esta brecha, la empresa LEAF ha desarrollado la primera máscara transparente registrada por la FDA, con capacidad de autopurificarse gracias a la luz ultravioleta incorporada, y de filtrar el aire según el estándar N99. Está fabricada con silicona transparente.
Este barbijo tiene filtros ubicados alrededor de la barbilla, manteniendo nariz y boca visibles. La máscara de silicona tiene además una característica antivaho, para que no se empañe por dentro con cada respiración.
En la misma línea, la empresa china Huami Corp., ha anunciado el lanzamiento de una mascarilla reutilizable llamada Aeri. También es transparente y utiliza luz ultravioleta para desinfectar su filtro N95 en 10 minutos. La desinfección se produce al conectarla a un cargador USB, que activa la iluminación led UV en el interior. Gracias al proceso de desinfección cada filtro se puede utilizar hasta un mes.
En cambio Xiaomi, otra empresa tecnológica, anunció el desarrollo de una mascarilla respiratoria inteligente que monitorea la calidad del aire inhalado mediante filtros con sensores.
Una alternativa adicional de desinfección son las variedades que contienen nanopartículas de cobre que destruyen el SARS-CoV-2 en el filtro. La propuesta es de un grupo familiar chileno, que ha multiplicado por 50 su producción durante la pandemia.
La incorporación de cobre puro dentro del tejido de la máscara funciona como una barrera para impedir la transmisión de bacterias, hongos y virus. Couretex de Valparaíso fabrica su tela ‘antibacteriana’ y ‘antimicrobiana’.
Resiste más de 50 lavadas, lo que le da una durabilidad de un año. Las mascarillas hechas de telas con filamentos de cobre han sido usada por más de una década, especialmente por los mineros chilenos para evitar contagiarse de hongos al interior de las minas.
Una empresa japonesa decidió incluir un sistema de comunicación Bluetooth en el cubrebocas, lo que permite conectarse al propio smartphone sin utilizar las manos y así dictar mensajes de texto o hacer llamadas.