Una escena de la comedia Strippers en una habitación de la Casa Teatro, en Urdesa, al norte de la ciudad. Foto: Cortesía
Propuestas de formato breve o de ánimo experimental ganan terreno en Guayaquil, toman distancia de lo convencional al convertir habitaciones de casas y departamentos en pequeñas salas de teatro.
Al Microteatro GYE, que funciona desde 2014 en la ciudadela Miraflores (norte), se unen desde hace pocas semanas a sitios como la Casa Fantoche, en el centro de la ciudad y la Casa Teatro de Proescena en Urdesa, también al norte.
La Casa Teatro, ubicada en la avenida Las Aguas 1013 entre Ilanes y Jiguas, le apuesta también al pequeño formato con obras de hasta 30 minutos, funciones viernes y sábados, desde las 19:30 (USD 5).
Mientras que Fantoche, en el segundo piso de un edificio en Rocafuerte 264 y Loja, ofrece con el mismo precio una programación diferenciada. Los jueves (20:00) son de ‘contracultura’ con obras experimentales –el jueves se presentó una pieza de drag queen-, o eventos que conjugan danza, teatro y música.
Los viernes (21:00) le apuestan al teatro de improvisación o Impro. La sala del departamento, con capacidad para 50 personas, se convierte en un ring de lucha entre dos parejas de actores. El público elige los temas sobre el que deben realizar improvisaciones cómicas de entre cuatro a seis minutos.
El calendario inicial es de 15 fechas prevé enfrentamientos entre seis parejas con nombres como Iguanayacos, Crosfiteros arrepentidos o Brocolitos psicodélicos…
Los sábados la oferta es de teatro de texto, que abarca obras dramáticas. En el espacio el grupo repone piezas como ‘La empresa perdona un momento de locura’, un clásico de hace 30 años de Fantoche y ‘No desearás a la mujer ajena’, obra reciente de Hugo Avilés, el director del grupo.
Según Avilés, que vive en el departamento y dirige allí un laboratorio de teatro, estos espacios representan “una suerte de subversión de lo teatral” donde prima la informalidad y donde lo que trasciende realmente es el espectáculo.
“En la ciudad los espacios tienen a tener picos, el público de Guayaquil es impredecible, le queremos apostar a una oferta permanente para que la gente no se pregunte qué hay, sino que concurra. Es durísimo, pero toca hacerlo, ya uno le apostó a esto que nos da más placer que plata”, indicó Aviles, asociado a jóvenes de la firma de producción audiovisual Etiud, que promocionan las funciones principalmente en redes sociales.
La promoción de la Casa Teatro también la hacen principalmente en redes. El espacio surgió de la propuesta que los miembros del grupo de teatro Proescena le hicieron al director de teatro y televisión, Lucho Aguirre, que dirige en la casona de Urdesa una escuela de actuación.
“La gente relaciona más a Lucho con la comedia. Pero estamos tratando de abordar también otro tipo de obras con piezas como ‘Nada es absoluto’, una tragicomedia de producción grupal donde la gente sale también impactada por los matices emocionales, lo que nos ha permitido mantenerla dos meses en cartelera”, contó Miguel Flores, uno de los coordinadores del espacio.
Actualmente tienen en funciones también ‘Strippers’, de Aguirre, y el grupo prepara el montaje del drama ‘Goteras’, del dramaturgo guayaquileño José Martínez Queirolo.