Sisa Mororcho (al frente) crea prendas de vestir para la nación Puruhá, pero con diversidad de cortes y de bordados. Foto: EL COMERCIO
La indumentaria elaborada por artesanos en Imbabura empezaba a vestir a las mujeres puruhá hasta que Sisa Morocho decidió crear una marca que rescatara la riqueza visual de esta nacionalidad de Chimborazo.
El padre de la diseñadora falleció hace tres años y en ese momento, por la necesidad de obtener una fuente de ingresos, tuvo que suspender sus estudios de moda en el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap) y acelerar el desarrollo de la empresa.
Los conocimientos de costura que adquirió en el Colegio Ana Mac Aulife (Quito) y el asesoramiento de quienes fueron sus profesoras consolidaron la base para confeccionar, manteniendo los procesos artesanales tradicionales de su nacionalidad y, al mismo tiempo, respondiendo a las necesidades de las consumidoras puruhaes en la actualidad.
Sumak Churay significa Buen Vestir. Blusas, anacos, bayetas, alpargatas y accesorios son elaborados a mano con colores vibrantes y figuras de la Gran Nación Puruhá. La chacana es el símbolo más representativo, que se borda principalmente en blusas y camisas. Este producto tiene un precio que va desde USD 60, el cual aumenta de acuerdo con la complejidad del bordado.
Morocho ha implementado diferentes técnicas de bordado, replicando las puntadas de artesanas de Zuleta o de Cuenca, pero dando forma a flores y figuras del paisaje de Chimborazo. Los bordados con cinta o con pedrería son opciones que las clientas prefieren para ocasiones especiales.
La diseñadora originaria de la comunidad de Punín también confecciona trajes de quinceañeras, novias, ropa para reinas de belleza y artistas. Los materiales y las siluetas varían para estos contextos, pero se mantiene el uso de la blusa blanca bordada, el anaco negro y la bisutería de mullos.
Para un traje de novia, por ejemplo, los bordados de la blusa se realizan en colores pálidos y se puede aplicar pedrería y telas como randa para las mangas. El anaco de casimir se reemplaza por telas con brillos o con lentejuelas y en lugar de la silueta recta se puede crear una cola. Se acompaña de aretes, collares y pulseras de coral rojo en varias filas.
Los zapatos se pueden combinar con los fajones y los bordados de la blusa. Esto es posible ya que Morocho tiene un convenio con un fabricante de calzado, quien elabora sandalias exclusivas para Sumak Churay. Las sandalias elaboradas con textiles hechos en telar tienen un precio de entre USD 20 y 25; mientras que el calzado en el que se usan textiles tejidos a mano tiene un precio de entre USD 40 y 50.
Estos textiles que sirven como materia prima para el calzado o como fajones son comprados a artesanos de comunidades, como Cacha, en los mercados de Riobamba.
Con estas opciones en mente, las novias, las quinceañeras o las artistas se reúnen con Morocho para plantear el vestuario de acuerdo con sus gustos. El costo de estos trajes está entre los USD 300 y 500. Además, Sumak Churay ofrece camisas y hace ropa masculina bajo pedido.
Si bien Morocho es la cabeza del negocio, su hermana Alegría le apoya en atención al cliente. Además, unas 25 amas de casa trabajan con la marca en la confección y el bordado de las prendas. La matriz de Sumak Churay está en Quito (Bolívar e Imbabura, Centro Histórico) y hay una sucursal en Riobamba (ubicada en Chile y Juan Montalvo).