Un submarino nuclear -hallado en Noruega- emite ondas radiactivas 800 000 veces superior a la regular. Foto: Instituto Noruego de Investigación Marina
Un ‘Chernobyl’ en la profundidad del mar. Así fue definido un submarino nuclear cuyas emisiones de radiación son similares a las que provocó la trágica explosión que arrasó con la ciudad soviética en 1986. El buque marino descansa en la inmensidad de las costas de Noruega. La Autoridad de Radiación y Seguridad Nuclear del país europeo lo documentó el miércoles 10 de julio del 2019.
Su nombre es K-278 Komsomolets y fue sumergido en el mar en 1989. Lo detalla la investigación liderada por el Instituto Noruego de Investigación Marina (IMR, por sus siglas en inglés). En un comunicado, el IMR señala que durante una expedición en la que se filmó los restos del submarino se realizó un análisis de los niveles de radiación que emitía el buque marino.
El resultado fue desconcertante: la potente radiación que emana el submarino es 800 000 veces superior a lo normal.
La fuga de radiactividad fue detectada por el IMR en una de las tuberías de ventilación del Komsomolets, que está conectada a la sección del buque donde se ubican dos reactores nucleares.
“Tomamos varias muestras del agua que circulaba en el ducto, pues científicos rusos documentaron fugas aquí desde 1990 hasta el 2007”, explica Hilde Elise Heldal, líder de la expedición, citada por el IMR.
Video: YouTube, cuenta: Havforskningen
Dos de las mediciones que fueron tomadas en el ducto arrojaron datos normales. Sin embargo, de la tercera se desprendía una suerte de “nube de polvo” que se elevó desde el orificio. “Esa fue nuestra señal para saber que no iba a sorprendernos encontrar niveles altos de radiación”.
Tras el análisis, las muestras demostraron que el agua contenía 100 becquerel (unidad que mide la actividad radiactiva) por litro, mientras que en otro espacios marinos el nivel era menor a 0.001 becquerel por litro.
Los científicos noruegos tomamos varias muestras del agua que circulaba en el ducto del que emanaba la fuga radiactiva. Foto: Web Instituto Noruego de Investigación Marina
Aunque puede sonar alarmante que la radiación sea 800 000 veces superior a lo regular, los científicos afirman que no son “peligrosamente altos”.
Heldal lo pone en perspectiva citando la cantidad permitida de cesio (un elemento químico) en productos comestibles. “Después del accidente de Chernobyl, las autoridades noruegas fijaron como límite los 600 becquerel por kilogramo”. En el caso de las muestras tomadas del submarino, “los niveles de radiación encontrada dejaron claro que es mayor a los océanos pero no es alarmante. También tomamos muestras para medir el cesio y los resultados no son alarmantes”, afirma.