Se trata de una contrapropuesta a las salas de cine comerciales. Un modelo que abre la posibilidad de ver filmes en una situación distinta. Foto: Jenny Navarro/ El Comercio.
La palabra autocine genera cierta nostalgia en las personas, a pesar de que en el país no hayan existido muchos lugares que ofreciesen esta actividad. Tal vez la nostalgia viene por el recuerdo de películas como ‘Grease’, en las que un punto de encuentro y diversión entre los T Birds y las Pink Ladies de los años 50 eran los autos parqueados frente a una pantalla de cine.
Los primeros autocinemas surgieron en 1933 en EE.UU. como parte del auge del culto al automóvil y a la industria cinematográfica. Su popularidad despegó hasta los años 70 y 80, época en donde tuvo un declive pronunciado hasta hoy.
En el país las salas de cine convencionales han dominado la cartelera que el público puede ver. Soul Autocine se abrió –en septiembre- como una experiencia alternativa para disfrutar del séptimo arte. Este es el único espacio que ofrece tal servicio en la ciudad, además de algunos estudios y de un proyecto en Loja no se han concretado mayores propuestas.
La iniciativa nació de tres jóvenes -Diego Narváez, David Padilla y Galo Chiriboga- quienes emprendieron el proyecto -como Cinemadero, en el 2012- como parte de una clase universitaria. Allí aprendieron el funcionamiento de un autocine y fueron profesionalizándose. El motor que mueve a este proyecto es -según Narváez- el gusto por el cine.
Soul Autocine está ubicado en la Quinta San Luis de Lumbisí. Un espacio abierto que permite la instalación de la pantalla inflable de 600”. El terreno es ideal ya que su uso no tiene impacto ambiental ni en sonido ni en contaminación. “Porque cuando nos vamos el terreno queda totalmente despejado”, comenta Narváez.
El audio de los filmes funciona a través de un transmisor FM de 25 watts. El mismo que transmite la señal en un radio corto. Los asistentes pueden conectarse a través del dial 88.7 de frecuencia libre.
Para Germán Regalado y Salomé Oviedo, ver el ‘Viaje de Chihiro’ en el autocine fue una experiencia innovadora. Desde el audio nítido hasta la comodidad de permanecer en el auto durante toda la función fue un motivo para volver al cine.
La cartelera está pensada para amantes del séptimo arte. Narváez cuenta que no querían mostrar películas de estreno. “Sino filmes que tengan un gusto especial para la gente que disfruta del cine. Las escogimos pensando en calidad narrativa y visual. Películas reconocidas por los directores o actores”, explica.
Para ofrecer cine de autor e independiente trabajan con un distribuidor en Reino Unido. Desde allí les proveen cintas como ‘El club de la pelea’, ‘Asesinos Natos’, ‘Kill Bill’, ‘Amelié’ o ‘El eterno resplandor de una mente sin recuerdos’ para exhibirlas.
La cartelera de septiembre se ha manejado en base a dos funciones por día los miércoles, jueves, viernes y domingo.
Soul Autocine también está abierto a propuestas de cineastas locales. Por lo que no descartan realizar estrenos de películas o cortometrajes en esta modalidad. Frente a la gama de posibilidades para disfrutar del cine en casa, el autocine se desprende como una experiencia compartida con amigos, familia o en pareja. Un lugar que convierte el cine en una vivencia. Donde conviven el cine y la naturaleza en un mismo paisaje.