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La sonoridad del pueblo afro se enseña a jóvenes

Los estudiantes de la Unidad Educativa Margarita Cortés aprenden sobre cómo tocar los instrumentos ancestrales. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Los estudiantes de la Unidad Educativa Margarita Cortés aprenden sobre cómo tocar los instrumentos ancestrales. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Los estudiantes de la Unidad Educativa Margarita Cortés aprenden sobre cómo tocar los instrumentos ancestrales. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Un grupo de 60 estudiantes de la Unidad Educativa Margarita Cortés aprende sobre los sonidos que dan ritmo a la música tradicional del pueblo afroecuatoriano. Las clases se dictan en el Museo y Centro Cultural de Esmeraldas.

Este grupo se prepara desde hace dos meses, bajo la dirección del gestor cultural, Manuel Mosquera. Él reúne a los estudiantes los fines de semana para enseñar las sonoridades del bombo, la marimba, cununo y guasá.

Eva Jiménez es una de las estudiantes del Tercero de Bachillerato en Ciencias, de la Unidad Educativa Margarita Cortés. Ella asiste a los talleres para formarse en el bombo con Mosquera.

Desde que empezó sus clases, hace cuatro fines de semana, Jiménez conoce el ritmo del Andarele y la Caderona, dos de las danzas que caracterizan a esa etnia.

Raquel Girón y Johanna Parrales también son alumnas, pero de danza ancestral, una especialidad que se imparte además de las clases de marimba. Estos cursos se realizan desde las 09:00 hasta las 13:00.

La instrucción en la marimba se cumple en un instrumento cromático de dos teclados. Los estudiantes asimilan primero la historia de la marimba, cómo llegó al país, quiénes la trajeron, cómo se construye, los materiales que se utilizan para su fabricación, entre otros aspectos históricos.

La difusión y enseñanza de la música y danza ancestral son parte de un proyecto del Museo y Centro Cultural que abarca tres ejes: sonoridades, resistencia y divinidad.

A través del taller de armonía se habla de las costumbres del pueblo afroesmeraldeño, como las maneras de cocinar su tradicional ‘tapao’ de pescado en fogones de leña. Estas narraciones sirven para ambientar las clases de instrumentos.

En las jornadas sobre oralidad se incluyen información e historia sobre quienes se han destacado en el canto afroesmeraldeño como José Nazareno-Don Naza, Rosita Wila y Petita Palma. También se habla de los expertos en la construcción de los instrumentos de la marimba; por ejemplo, están Alberto Castillo y Benjamín Vanegas.

Desde que se reabrió el Museo de la Ciudad, en mayo de este 2019, los estudiantes de las unidades educativas realizan un recorrido que dura 80 minutos por cada sección.

Una de las últimas estaciones es la de sonoridades, donde se encuentran la marimba, cununo y el bombo.

Después de las visitas se coordina con los representantes de cada institución para empezar con el proceso formativo en temas de música y danza ancestral, hasta la conformación de los grupos para realizar presentaciones.

Antes de los estudiantes de la Unidad Educativa Margarita Cortés, estuvieron alumnos de la Unidad Educativa 21 de Septiembre, quienes lograron conformar tres agrupaciones de música y danza.

Las brigadas culturales ahora reciben clases de quienes han estado vinculados con la promoción de la cultura por más de 30 años, como Mosquera, director de la agrupación Tierra Esmeraldas.

La directora del museo, Patricia Muñoz, explica que dar a conocer la cultura afro casa adentro es la primera tarea trazada por esa institución.

Por ello, agrega, se realizan estos talleres formativos. “Hasta finales de año se aspira conformar las agrupaciones de música y danza de estudiantes, después de los talleres de formación”.