El taller de instrumentos musicales prehispánicos de Ecuador, en Otavalo, abrió el Festival Andino de Peguche. Foto: José Mafla/ EL COMERCIO
Los instrumentos musicales prehispánicos cuentan historias. Sus diseños revelan cómo eran, cómo vestían, cuáles eran los dioses… del territorio del actual Ecuador. Pero también dan vida a nuevas expresiones musicales contemporáneas.
De una forma amena e informal, en estos días los hermanos Nicolás (25 años), Miguel (21) y Ada Oquendo (13), que integran el taller La Bola, de Quito, compartieron los secretos que han ido aprendiendo de los silbatos y ocarinas de cerámica elaborados hace miles de años.
“El instrumento más ‘jovencito’ tiene 500 años de antigüedad y el más antiguo 2 500”, explicaba Miguel Oquendo durante el taller que dio en la Universidad de Otavalo el fin de semana pasado. Él y sus hermanos llevaron 33 piezas que miden entre 4 y 25 cm, cuyassonoridad, armonía y estética cautivaron a los asistentes al taller.
El diálogo se alternó con la ejecución de piezas musicales. Mientras Ada convertía un soplido en notas, utilizando un silbato, Miguel golpeaba con energía el djembe, tambor africano, y Nicolás, valiéndose de mitos ancestrales, describía cómo se creó el mundo.
Los sonidos de los artefactos -que la mayoría de los 50 asistentes al taller de instrumentos prehispánicos escuchaba por primera vez- invitaban a un viaje interior al pasado, en palabras del músico Alí Lema, uno de los participantes. La música que se realiza con estos instrumentos ha sido bautizada como audaz urbana.
Con este taller se inició el programa Peguche-Festival Andino de la Música Raíz, que se realizará el 13 de febrero, en el marco del Pawkar Raymi (Fiesta del Florecimiento, en quichua), en Otavalo, que se desarrolla del 9 al 18 del próximo mes, e incluye rituales, actos culturales y deportivos.
Los hermanos Oquendo son herederos de la pasión que conquistó a su padre, Luis, hace 20 años. Ellos cuentan que su progenitor restauraba metales arqueológicos y que intervino el Sol de Oro de la Cultura Tolita, que es el logotipo del Banco Central.
Por esos años, al también músico le retaron para que hiciera sonar una ocarina. El eco que había estado guardado por años en el instrumento lo hechizó. De esta manera comenzó una investigación de instrumentos musicales prehispánicos, que ya lleva dos décadas.
La mayoría de piezas corresponde a culturas de la Costa, que han sido encontradas en excavaciones arqueológicas, que han llegado al taller La Bola gracias a trueques y hallazgos. “Nunca a robos”, bromea Miguel.
Con los instrumentos de su taller, los hermanos Oquendo sorprendieron a los asistentes de la actividad con la que arrancó la primera edición del Festival Andino de la Música Raíz. Su composición emblemática es: ‘Champús Sonoro con Yapa’, en honor a la bebida que se elabora con harina de maíz y hierbas aromáticas, y se ofrece con mote y miel de panela. La ‘yapa’ es el acompañamiento de cantos con letras picarescas, explican los músicos.
El encuentro de los imbabureños con estas joyas musicales fue emotivo. Aunque no podían tocarlas, acompañaban a los músicos con las palmas y silbidos, en una improvisada pero amena fiesta.
Entre una interpretación y otra, los músicos hacían paréntesis para describir los instrumentos de esta colección.
“Con este taller de los instrumentos prehispánicos comprendimos que las culturas que habitaban en el territorio ecuatoriano desarrollaron tecnología y estética para crear instrumentos con formas complejas de ser ejecutadas y con variadas maneras de conjugarse”; así lo resumen en su página web los organizadores del Festival Andino de Música.
Según Sacha Lema, organizadora, este encuentro artístico, que se realiza cada año en Peguche, nació para investigar, revitalizar, crear y preservar los ritmos y sonidos quichuas.
Esta cuarta edición está dedicada a grupos musicales de la localidad. Entre ellos: Ñanda Mañachi, Charijayac, Yarina… que han paseado a la música otavaleña por el mundo.
Al final del taller de instrumentos musicales prehispánicos de Ecuador se propuso un número especial para el festival.
Unos 50 músicos se unirán para interpretar, con pallas, la obertura del encuentro artístico. En la cita, que se realizará el 13 de febrero, también estarán los integrantes de La Bola.
En contexto
El grupo La Bola, de Quito, dictó un taller sobre los instrumentos musicales prehispánicos de Ecuador. También interpretó ritmos experimentales. Con ello se abrió la cuarta edición del Festival Andino, en Peguche, que este año está dedicada a los artistas locales.
Agenda diaria
El 12 de febrero se realizará un encuentro entre músicos y representantes de las radioemisoras. Pedirán espacio para la música quichua.
El 13 de febrero se realizará el festival musical. Como sorpresa se presentarán un grupo internacional y La Bola.
El año anterior se presentó el proyecto ‘Runakamak’, una ópera quichua, que narra la historia de los emigrantes indígenas.
En las tres primeras ediciones se presentaron 43 canciones inéditas, de 25 grupos del país. También seis artistas internacionales.