Las fotografías de esta página fueron tomadas el 29 de octubre del 2020, última jornada en que estaba permitido ingresar a los cementerios del Distrito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En el panteón de Guayllabamba hay una desolación inusual. No se ve a las familias que arreglan las tumbas para la cita anual con sus deudos. El covid-19 también cambió el Día de los Muertos.
Las fotografías de esta página fueron tomadas el 29 de octubre, última jornada en que estaba permitido ingresar a los cementerios del Distrito. Aun así, la soledad reinaba en el lugar.