El vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, pasó de mantener un bajo perfil a ser cara y voz en el área de salud.
Hoy es parte del Consejo Nacional de Salud (Conasa) y encabeza el Gabinete Sectorial de esa rama, por encima del Ministerio de Salud Pública (MSP).
En medio de la paralización, el presidente Guillermo Lasso anunció la declaratoria de emergencia de ese sector.
Formalmente, la medida se adoptó el 22 de junio pasado. Borrero se puso al frente.
El 4 de julio pasado, Ximena Garzón renunció a su cargo como ministra de Salud y tres días después se reformó el Decreto 262, incluyendo al Gabinete de Salud.
El Vicepresidente es el encargado de presidirlo. Está por encima de la Secretaría de la Administración Pública y el mismo Ministerio de Salud Pública (MSP), entre otros organismos.
Por otra parte, era de conocimiento público que Borrero apelaba a la declaratoria de emergencia. Sin embargo, fue Garzón quien, hasta antes del paro, se mantuvo en que no había razones para hacerlo. La figura de la exministra se impuso a la del Vicepresidente, pero terminó saliendo del cargo con las protestas. Y el Segundo Mandatario asumió las riendas.
El martes 27 de julio lideró el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) en Guayaquil. Se analizó la situación epidemiológica por el covid-19 y la viruela del mono. Antes, quien lideraba esos actos era la exministra de Salud.
Para la catedrática universitaria Caroline Ávila, la decisión de reinsertar la figura del Vicepresidente es una intención que pasa por darle más jerarquía al tema salud dentro del Gobierno.
Considera que el funcionario aún es una gran interrogante en lo político, pues pese a la delegación, parecería que aún no hay resultados tras el paro nacional y la declaratoria de emergencia.
Entonces, la pregunta es la misma que durante el primer año de Gobierno: ¿cuál es la incidencia de Borrero? Ávila cree que es imperativo medidas urgentes en el sector.
El Conasa versus el Gabinete Sectorial
Según el Decreto 262, los gabinetes sectoriales son instancias de coordinación destinadas a la revisión y actualización de la política intersectorial en su ámbito. Se sujetan al Plan Nacional de Desarrollo. Es decir, su ámbito de acción es la Función Ejecutiva.
La función del Conasa es “orientar y direccionar la política de salud en el marco de la Ley Orgánica, para impulsar la construcción del Sistema Nacional de Salud”.
¿Hay una duplicación de funciones? Según Borrero, no. Tienen finalidades diferentes: el Conasa es el organismo de representación de los integrantes del Sistema Nacional de Salud. Involucra a las entidades públicas, privadas, autónomas y comunitarias. Lo preside el ministro de Salud, José Ruales.
El sectorial -aclara- es una instancia más amplia, en donde actúan no solo las entidades relacionadas con salud sino otros ministerios como Finanzas, la Secretaría de Planificación y la Cancillería, Ecuador Crece y el Servicio de Contratación Pública, entre otros.
En el Consejo Nacional de Salud (Conasa), además de las instancias de salud, están otras como: Ministerios de Inclusión Económica y Social (MIES), de Defensa Nacional, Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) y Congope. Borrero dice que no se duplican sus funciones porque aquí es solamente un miembro.
Para Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, hay una especie de dualidad de mandato desde el mismo Decreto con el que Lasso delegó el tema salud a Borrero, desde el inicio del mandato.
Añade que quien tiene la autoridad institucional es el Ministro de Salud, quien lidera el Conasa.
De acuerdo con la Ley que regula al Sistema de Salud, el Conasa se creó como entidad pública con autonomía administrativa y financiera. Sus resoluciones son el resultado de la concertación sectorial y serán de “cumplimiento obligatorio de todos los integrantes del sistema…”.
Por eso es importante el análisis de las funciones de cada uno para evitar una duplicación.
El Vicepresidente reconoce que el Ministerio de Salud Pública es el ejecutor de la política sanitaria. Puntualiza que se encargará de la coordinación para que las políticas se ejecuten.
¿Qué hacen ambos frentes?
Según Borrero, su trabajo se centrará en fortalecer el primer y segundo nivel de atención. Los esfuerzos también se concentrarán en pasar de un modelo de tipo curativo a uno preventivo.
Dice que la prioridad es el abastecimiento de las unidades operativas, el pago a los proveedores externos y el mejoramiento de la infraestructura y equipamiento hospitalario.