Los veranos extremos serán más habituales en Europa

Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change pronostica veranos con olas de calor en extrema en Europa. Foto: AFP

Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change pronostica veranos con olas de calor en extrema en Europa. Foto: AFP

Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change pronostica veranos con olas de calor en extrema en Europa. Foto: AFP

Europa tiene diez veces más posibilidades de veranos con temperaturas extremas con respecto a finales del siglo pasado a causa del cambio climático, según un estudio publicado hoy (8 de diciembre) en la revista británica Nature Climate Change.

La investigación, realizada por la agencia de meteorología británica (Met Office), revela que el cambio climático promovido por la acción del ser humano ha incrementado las probabilidades de que se repitan veranos como el que vivió Europa en 2003, cuando las temperaturas superaron en 2,3 grados la media.

Para la investigación, además de utilizar diferentes métodos estadísticos, los autores compararon dos períodos de tiempo, de 1990 a 1999 y de 2003 a 2012, en los que descubrieron que los veranos de calor extremo (en los que las temperaturas superan en un 1,6 grados la media histórica) podrían ser más frecuentes.

Los expertos señalaron que las posibilidades de que haya un verano con temperaturas similares a las de 2003 ha aumentado de uno cada mil años a aproximadamente uno cada 127 años.

El experto del Met Office Nikos Christidis, coordinador de la investigación, afirmó que, para los años 2030 o 2040 y con las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es posible que los veranos de extremo calor sean más frecuentes.

Respecto al impacto socio económico que puede tener este fenómeno, Christidis puntualizó a Efe que "dependerá de lo preparadas que estén las sociedades para lidiar con estos extremos".

Además reveló que el objetivo de su equipo es facilitar pruebas científicas de que el clima cambia y servir de base para tomar decisiones.

Por su parte, el experto Peter Stott, coautor de la investigación, dijo que las proyecciones de futuro sugieren que para finales del presente siglo los veranos como el de 2003 se considerarán como fríos.

Con las temperaturas en marcada trayectoria ascendente, los veranos de extremo calor en Europa podrían ser habituales en el futuro próximo, subrayan los investigadores en el estudio.

Respecto al Reino Unido, el informe señala que, aunque el país no se vio muy afectado por la ola de calor de 2003, sí se espera que los veranos de extremas temperaturas sean más frecuentes.

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