U. Central resolvió iniciar el período de matriculación el 18 de mayo del 2020; su déficit supera los USD 6 millones

Segín el Director del Instituto de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador, esta universidad tiene cerca de 950 posgradistas que se forman en 24 programas de estudio. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Segín el Director del Instituto de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador, esta universidad tiene cerca de 950 posgradistas que se forman en 24 programas de estudio. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Las matrículas en la Universidad Central empezarán en los próximos días. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Varios ajustes hizo la Universidad Central a su presupuesto para arrancar con el primer período académico del 2020, tras el recorte de USD 98 millones a 32 universidades y escuelas politécnicas públicas.

Ayer, el Consejo Universitario resolvió que las matrículas se iniciarán el lunes 18 de mayo, luego de que se suspendieron al no poder garantizar el pago de los profesores que trabajan por contrato.

El miércoles, la Corte Constitucional dispuso a las autoridades de Gobierno que “se abstengan de realizar modificaciones presupuestarias que puedan tener un impacto negativo en el presupuesto de las instituciones de educación superior”.

El rector de la Central, Fernando Sempértegui, dijo que aspiran a que ese pronunciamiento sea definitivo. Al momento –señaló– la medida provisional fue la garantía para iniciar con las matrículas.

Antes del pedido de la Corte, la universidad tomó algunas decisiones para abrir la oferta académica, dijo Sempértegui. La investigación científica, por ejemplo, entrará en receso durante todo el semestre.

Lo mismo sucederá con actividades de vinculación con la sociedad y con las inversiones en el área de biología y en el centro de física. La universidad tampoco hará adquisiciones de insumos para gestión administrativa.

También se ajustó la carga horaria de los profesores titulares con hasta 24 horas semanales. Eso –dijo el rector– implica que dejen de hacer investigación y se desvinculen de actividades de campo.

La universidad desvinculó a más de 130 docentes a contrato, unos 40 de ellos del área de salud. Sempértegui enfatizó en que con todos esos ajustes, todavía les queda un déficit de USD 6 millones.

“Tenemos la confianza de que en el transcurso de los meses que vienen podremos ir negociando con el Ministerio de Finanzas el traspaso de partidas pendientes, deudas que este tiene hace 4 años, son fondos de autogestión que no han sido devueltos”, dijo Sempértegui.

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