Los operativos se intensificarán en la provincia de Tungurahua para evitar que puedan ingresar posibles casos de covid-19. Foto: Modesto Moreta / EL COMERCIO
Los dos casos de los turistas franceses que dieron positivo a la prueba de covid-19 y que fueron trasladados desde Riobamba, se recuperan en una casa de salud de Ambato. Según las autoridades, en la provincia de Tungurahua aún no se registran infectados con el virus.
La gobernadora de Tungurahua, Gabriela Rodríguez, en rueda de prensa, explicó que hasta el momento no hay un caso identificado en la provincia de acuerdo al informe emitido por la Directora Nacional del Servicio de Gestión de Riesgos. “Dos de estos fueron de Chimborazo y al pertenecer a la red de salud de la región son atendidos en la capital de Tungurahua”.
La autoridad hizo un llamado a la población a mantenerse en casa. Las autoridades trabajamos en un plan de contingencia, pero si la gente no hace un acto de conciencia no saldremos, por eso se requiere de disciplina y la colaboración de la gente.
En Tungurahua se establecieron sitios de triaje para el control de ingreso de vehículos con el apoyo de la Policía Nacional, comisarios, tenientes políticos, agentes de Tránsito del Municipio, médicos del Ministerio de Salud y las Fuerzas Armadas.
Los operativos se intensificarán en la provincia para evitar que puedan ingresar posibles casos de covid-19. El alcalde de Ambato, Javier Altamirano, explicó que se efectuarán fumigaciones de los vehículos que ingresen a la provincia. Los controles establecidos están ubicados en Cunchibamba, en el norte de la salida a Quito; el cantón Mocha en la vía a Riobamba, y El Arenal en la vía a Guaranda (sur). También en la vía a Río Negro, en Baños, donde a tomará la temperatura a los personas que ingresen a la provincia.
Aseguró que se cerraron las puertas del Mercado Mayorista para impedir el ingreso de 15 000 compradores, 5 000 conductores y 2 000 comerciantes que llegan de todas las provincias del país como Guayas, Manabí, Azuay, Imbabura, Chimborazo y otras. La idea es precautelar la vida de más de 20 000 personas que comercializan en este centro de acopio, el más grande de la Región central.
Altamirano mencionó que están aplicando un plan de contingencia para abastecer con productos a los mercados de la ciudad y de los otros ocho cantones de la provincia. También a escala nacional.