El trabajo infantil aumentó por vacaciones en Ecuador

En la feria libre El Arenal, de la ciudad de Cuenca, se nota la presencia de más niños en calidad de vendedores informales. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO.

Cientos de niños del Ecuador cambiaron las colonias vacacionales por trabajo. Desde julio de 2022 –cuando se iniciaron las vacaciones en la Sierra y Amazonía– se evidencian más menores laborando en los mercados, calles y al pie de los semáforos del país.

El principal oficio es la venta informal, pero también se observa a menores de edad lustrando zapatos, como estibadores, en labores agrícolas o pidiendo alguna ayuda económica para subsistir.

Mauricio Caizaguano tiene 8 años y es de Guamote. A Cuenca llegó con su madre el 1 de julio, el mismo día que culminó el segundo año de básica. “Venimos a trabajar por vacaciones”, dice con timidez.

Es delgado y de baja estatura para su edad, pero carga entre sus manos seis fundas de frutas, que sumadas pesan 10 libras. Camina y a veces corre a ofrecer sus productos, cuando observa más adelante a algún potencial comprador.

La madre se ubica en un sitio fijo con las frutas, mientras Mauricio recorre los desordenados pasillos para captar a los clientes. “Así vendemos unos USD 30 al día”, cuenta el niño indígena, que lleva su carita sucia y la ropa deteriorada.

La crisis obliga a los niños a trabajar

Un niño trabaja lustrando calzado en la esquina de las avenidas Amazonas y Naciones Unidas, norte de Quito. Foto: Carlos Noriega / EL COMERCIO.
Un niño trabaja lustrando calzado en la esquina de las avenidas Amazonas y Naciones Unidas, norte de Quito. Foto: Carlos Noriega / EL COMERCIO.

Unos 420 000 menores empezaron a trabajar en el país en 2020, según Unicef y World Vision. Estas organizaciones advirtieron en 2021 del aumento del trabajo infantil debido a la crisis económica familiar derivada de la pandemia.

Un año antes eran 375 342, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). No hay datos que revelen el aumento del trabajo infantil en vacaciones, pero la presencia de niños en los mercados y sus testimonios lo confirman.

La última encuesta del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), que se publicó en 2022, determinó que el 61% de alumnos del país ha enfrentado dificultades económicas en sus hogares.

Como Mauricio, el pasado jueves 18 de agosto habían 50 niños trabajando en la feria libre El Arenal, la más grande de Cuenca. Antony ofrecía kiwis; Yoselin, fresas; y Ricardo y dos primos limpiaban zapatos. Todos son menores de 15 años, provienen de parroquias rurales de Cuenca y coincidieron en que trabajan para ayudar a sus padres. “Mi mamá limpia casas y hay semanas que no tiene nada”, cuenta Antony, de la parroquia Ricaurte.

Ninguno se inscribió en las colonias vacacionales, porque su prioridad fue trabajar. “En mi parroquia hay una gratuita, pero no entré porque venimos a vender frutas todos los días”, cuenta Antony mientras grita: “¡Lleve los kiwis!”.

Para Janeth Peralta, docente del Centro Neurokids, vacaciones y colonias son importantes para que los niños socialicen, se diviertan y descarguen la presión de los estudios y las preocupaciones.

El Municipio y la Universidad de Cuenca, por separado, abrieron colonias vacacionales en 150 barrios y parroquias, que benefician a más de 5 000 niños de la ciudad.

Mientras tanto, el aumento del trabajo infantil se evidencia a diario en las ferias de La Tebaida, Las Pitas y Puerto Seco Comercial de Loja. A estos espacios llegan niños indígenas y campesinos de Saraguro, Quilanda y Paltas. Se los ve cansados y desmotivados cuando no venden sus productos. Pasan frío, a veces hambre y en estos días enfrentan el sofocante sol.

Riesgo de deserción y mendicidad

Para Gabriela Brito, coordinadora del eje social del Municipio de Cuenca, con el trabajo infantil el país pierde la oportunidad de formar a un niño. Dice que los riesgos son: deserción escolar, mendicidad y no inclusión educativa.

“Es probable que los niños se queden en estos espacios trabajando y que no regresen a las aulas. Esto ocurre cuando estamos a menos de dos semanas de iniciar el nuevo año lectivo en el régimen Sierra-Amazonía”, afirma.

En este dramático escenario, los niños pierden la oportunidad de desarrollar habilidades e interiorizar los conocimientos que podrían facilitarles el acceso a mejores condiciones de vida.

Fechas, medidas de bioseguridad: Así será el inicio de clases en la Sierra y Amazonía » https://bit.ly/3AdU9y9

Posted by El Comercio on Tuesday, August 23, 2022

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