‘Hace 45 días no abrazo a mi hija, pues me contagié de covid-19’, abogada Jessica Jaramillo

La abogada Jessica Jaramillo se contagió de covid-19. No ha podido mantener contacto con su hija. Foto: Cortesía

La abogada Jessica Jaramillo se contagió de covid-19. No ha podido mantener contacto con su hija. Foto: Cortesía

La abogada Jessica Jaramillo se contagió de covid-19. No ha podido mantener contacto con su hija. Foto: Cortesía

Hace más de un mes, mi esposo y yo nos contagiamos de covid-19. Ambos somos abogados y resulta que el 16 de junio del 2020 mi esposo tuvo dolor de cuerpo, fiebre superior a los 38° y tos.

Tres días después, en cambio, sentí dolor de cabeza, respiraba de forma agitada y mi corazón latía aceleradamente. Me dolían los huesos. Entonces nos hicimos la prueba PCR y dimos positivo.

Lo que primero se me vino a la mente es si contagié o no a mi hijita de 2 años. Lo que me tranquilizó un poco es que cuando tuvimos los primeros síntomas le pedí a mis padres que la cuidaran en su casa.

Eso ha sido muy difícil. Hace 45 días no puedo abrazarla, pero cada noche hago una videollamada para verla.

Creo que ambos nos contagiamos en la Unidad Judicial de Quitumbe, en el sur de Quito.

Cinco días antes de presentar los primeros síntomas, Walter, mi esposo, tuvo que asistir a una audiencia presencial en esas instalaciones y yo fui a revisar unos expedientes.

En ese lugar no había todas las medidas de bioseguridad. En el baño no había ni jabón.

El mismo día que confirmamos la enfermedad fuimos al Hospital del IESS, en Cotocollao. Ahí nos hicieron una radiografía del tórax y prueba de sangre.

Los resultados decían que mi esposo tenía una afectación en el pulmón derecho. En cambio, el médico me dijo que yo tenía un fuerte proceso viral.

Luego regresamos a la casa y nos aislamos en cuartos separados. Seguimos las recomendaciones del médico del IESS. Tomamos antibióticos, analgésicos, vitamina C, bastante agua y jugos.

Durante 20 días nos hicimos vaporizaciones con agua de manzanilla y sal y permanecíamos todo el tiempo con mascarilla.

A diario nos turnábamos para limpiar y desinfectar la casa con cloro y jabón. Había días en que nos sentíamos bien y otros que estábamos muy decaídos.

Recuerdo que el 29 de junio tuve miedo por mi marido. A las 10:00 me dijo que tenía dificultad para respirar y le dolía mucho el pecho.

Llamé por teléfono a una amiga, que es médica. Le pregunté qué podía hacer. Me recomendó que le haga nebulizaciones con suero fisiológico y vaporizaciones. Eso ayudó a despejar sus vías respiratorias y al mediodía ya pudo respirar bien.

Actualmente ya no tenemos síntomas. Por eso, el 28 de julio nos hicimos nuevamente una prueba PCR para confirmar si ya estamos curados.

El lunes (3 de agosto del 2020) nos entregarán los resultados. Si sale negativo iré a recoger a mi hija.

Este fin de semana me dedicaré a desinfectar toda la casa, especialmente el cuarto de mi pequeña, pues fue donde permanecí mientras estaba enferma.

Suplementos digitales