La salud visual tiene su día. Desde el 2020, cada 13 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Visión con el objetivo de concienciar a la población sobre las diferentes afectaciones, que en sumayoría son prevenibles o curables.
Según el primer informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la visión, por lo menos 2 200 millones de personas tienen deficiencia visual o ceguera, de las cuales 1 000 millones tienen una deficiencia que podría haberse evitado o que aún no ha sido tratada.
El director médico e investigador de Roche, José Luis Cañadas, señala que cuando se detecta de manera tardía un trastorno en la visión, difícilmente se lo va a poder corregir y ni siquiera se va a tener la posibilidad de iniciar un tratamiento porque la enfermedad puede estar muy avanzada.
Controles
Por ello resalta la importancia de los controles visuales desde temprana edad. Al recién nacido, por ejemplo, el especialista debe revisar los ojos para detectar si hay anomalías congénitas, infecciones, cataratas o glaucoma.
Más adelante el médico revisa el reflejo rojo (luz reflejada a través de la pupila de la parte posterior del ojo). También observa el tamaño y la forma de la pupila y las partes externas del ojo.
A partir del año de edad ya es posible comenzar a utilizar instrumentos para los controles de la visión como los fotorrefractómetros y autorrefractores.
Desde los 3 años se recomienda el control de agudeza visual por parte del oftalmólogo. También la madre o padre puede preguntarle a su hijo cuán bien puede ver los detalles de letras o símbolos desde una distancia determinada.
“Cualquier indicador que pueda mostrar que hay un trastorno como ver puntos negros que se mueven, no enfocar de forma correcta o necesitar más luz para ver, son señales de que algo pasa en los ojos”, dice el galeno.
Asimismo, el galeno recuerda que si la persona no ha presentado problemas visuales, también es aconsejable que se realice un control al menos una vez por año porque la vista, por diversa causas, se puede ir deteriorando.
Acceso limitado a atención
Cañadas menciona que en América Latina, alrededor del 7% de niños necesitara una corrección visual, sin embargo, esto no ocurre. Uno de los factores es por el acceso limitado a la atención oftalmológica, en particular en los países de ingresos bajos y medios, según el informe de OMS.
El documento también indica que el envejecimiento de la población y los cambios en el estilo de vida están entre los principales factores que impulsan el aumento del número de personas con deficiencia visual.
Para el investigador, ese escenario hace necesaria una articulación con el sistema primario de salud para que los pacientes tengan acceso a exámenes rutinarios que detecten afecciones y que se de atención o tratamiento preventivo adecuado.
Situación en las Américas
Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), más de 26 millones de personas en las Américas sufren de algún impedimento visual, es decir, son ciegas o tienen dificultades para ver con claridad.
De ellas, más de 3 millones son ciegas y tienen más de 50 años. La catarata y el glaucoma causan el 75% de los casos de ceguera y la diabetes es un factor determinante en la pérdida de la visión.
Otras causas incluyen la retinopatía diabética, el edema macular diabético, el glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad y los errores de refracción.
En Ecuador, el 60% de las personas que perdió la visión fue por cataratas no tratadas y más del 50% de los problemas visuales aparecen después de los 50 años.
Además, existen unas 200 000 personas registradas con discapacidad visual, según el Consejo Nacional para Igualdad de Discapacidades (Conadis), de las cuales 20 288 son mayores de 65 años.
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