Maestros rinden pruebas psicométricas. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Fueron convocados a las 10:45 en los laboratorios del colegio Rita Lecumberri, en el centro de Guayaquil. Pero recién pudieron dar la prueba psicométrica una hora más tarde. Los 13 maestros que fueron citados a esa hora este martes, 3 de julio del 2018, se quejaron por el atraso y la falta de tiempo para responder casi 300 preguntas.
Retrasos, cambios repentinos de sedes y fechas, y poco tiempo para contestar el extenso cuestionario fueron algunas de las quejas que se repitieron en el primer día de la evaluación de personalidad que dirige el Ministerio de Educación.
“El sistema colapsó y no alcanzamos a poner finalizar. Dijeron que eso quedaba guardado automáticamente”, contó la maestra de una escuela pública de la vía a Daule. Ella alcanzó a responder 253 preguntas, algunas relacionadas con situaciones de violencia en el ámbito educativo.
“Algunas preguntas son sobre temas personales, por ejemplo, si mis compañeras piensan que soy una persona conflictiva. Otras sí tratan casos de violación y cuál es la actitud que notamos en los niños que son víctimas”.
El test de personalidad es parte del plan del Ministerio de Educación para prevenir los casos de abuso sexual y violaciones en el sistema educativo. La propuesta tomó fuerza desde octubre del año pasado, cuando se hicieron más evidentes las denuncias por delitos sexuales contra estudiantes.
La subsecretaria de Educación de la zona 8, Éricka Laínez, indicó el viernes que el objetivo es evaluar el carácter, la capacidad de liderazgo, la resolución de conflictos, así como también aspectos individuales que pueden estar relacionados con potenciales factores que puedan incidir en riesgos para la práctica profesional en el magisterio. En esta zona han sido convocados 18 600 educadores.
El test de personalidad es parte del plan del Ministerio de Educación para prevenir los casos de abuso sexual y violaciones en el sistema educativo. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Aunque las autoridades educativas habían anunciado que la prueba duraría 90 minutos, algunos maestros se quejaron porque el tiempo se redujo a 70 minutos. “Estas pruebas no son nuevas, cada dos años vienen aplicando algunas similares. Pero son muchas preguntas para tan corto tiempo”, dijo otra educadora.
Otros denunciaron cambios repentinos de sedes y fechas. “Yo tenía que dar la prueba el 10 de julio, en un colegio del norte. Ayer entré por casualidad a la página y vi que todo había cambiado”, comentó otra docente.
Jorge Escala, parte del viejo Movimiento Unidad Popular y expresidente de la extinta UNE, denunció que algunos docentes no aparecieron en las nóminas. Otros no pudieron acceder a sus claves y hubo problemas con el sistema. También dijo que cerca de 200 educadores, que son parte de un gremio, no fueron incluidos en el proceso de evaluación.
La subsecretaria Laínez señaló que todos los docentes, administrativos y directivos serán citados en distintas fechas, durante este mes. Además indicó que la prueba no tendrá una calificación cualitativa.
“El resultado será entregado al Ministerio de Educación como un diagnóstico individualizado por cada docente y directivo, con la valoración cualitativa de adecuado o no adecuado para poder desempeñar la función de docentes”.
Quienes no aprueben pasarán por una evaluación más profunda, que contará con el respaldo del Ministerio de Salud. Ellos tendrán un acompañamiento médico y psicológico.