Caso Ina Papers: Lenín Moreno solicitó cumplir sus p…
Albergue fue habilitado por la Alcaldía de Machala e…
Siete menores de edad sospechosos de robo de celular…
Otro error se identificó en pedido de juicio polític…
Fiscalía: Guillermo Lasso no ha denunciado a Hernán …
Pico y placa en Quito: restricciones para este marte…
Artefactos explosivos salieron desde Quinsaloma hast…
Ceniza del volcán El Reventador cae en El Chaco, Napo

La región se junta para conservar al águila andina

Investigadores del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y The Peregrine Fund monitorean un nido activo que fue encontrado en Cosanga.

Investigadores del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y The Peregrine Fund monitorean un nido activo que fue encontrado en Cosanga.

Investigadores del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y The Peregrine Fund monitorean un nido activo que fue encontrado en Cosanga. Foto cortesía Wilmer Simbaña.

El águila andina es una especie aún desconocida. Con menos de
1 000 ejemplares en todo el mundo y una población que continúa en descenso, los comportamientos de esta ave siguen siendo un misterio.

Ante esta problemática, conocer el estado de conservación de estos animales se ha convertido en una prioridad de los investigadores de la región, que ya iniciaron los trabajos en Colombia y en el país están en la fase de monitoreo.

Hernán Vargas, investigador científico de The Peregrine Fund, explica que se realiza el “primer estudio sistemático y coordinado a escala internacional” para conocer más sobre estas águilas que están presentes en la Cordillera de los Andes, desde el norte de Colombia hasta Argentina.

Esta fundación estadounidense se encarga de dar becas a estudiantes investigadores de América Latina para que puedan llevar a cabo estos proyectos. Según Vargas, las observaciones realizadas en Colombia muestran que la deforestación y los conflictos con los humanos son las principales amenazas para estas aves, que están catalogadas como en peligro de extinción en la región.

En las zonas donde ha existido un mayor cambio del bosque, debido a la presencia de las personas, las águilas han empezado a cambiar su dieta. Esto representa un problema porque han incorporado a las gallinas en su alimentación, lo que crea un conflicto con los dueños de las fincas, que ven a las águilas como una amenaza.

Para estudiar la dieta de estas aves, se está realizando un monitoreo en los nidos y así constatar qué presas están llevando. Vargas cuenta que, al identificar los lugares donde se están alimentando de gallinas, se puede conocer dónde son más vulnerables a la cacería.

Sebastián Kohn, investigador de la Fundación Cóndor Andino y del Proyecto de Investigación del Águila Andina, explica que en Colombia hasta el momento se conocen dos nidos de la especie, en Argentina solo uno y en Ecuador se sabe que hay cinco. Ahora están recorriendo esos sitios e identificando a actores locales para que se encarguen del monitoreo y se vuelvan “embajadores de la especie” en cada lugar.

El año pasado se identificaron dos nidos con huevos en Cosanga y en Quijos. En el último, el huevo no pudo continuar con su proceso porque la pareja de águilas se cree que fue perseguida. El macho desa­pareció y la hembra fue encontrada con heridas.

Las esperanzas están puestas en el nido que aún está a salvo. Se espera que nazca para después de un tiempo marcarla y empezar a recolectar datos. Durante el proyecto se marcará a otro pichón, dos juveniles y dos adultos. Se busca complementar “el hueco” de información que existía en el país sobre esta especie, dice Kohn.

Con base en estudios pasados, se cree que en Ecuador existen menos de 200 águilas andinas. Vargas explica que a través de este estudio también se investigará la percepción que tienen las personas sobre estas aves rapaces para después realizar un programa de educación ambiental y evitar que la caza siga disminuyendo sus poblaciones.