La influencia del ser humano y el cambio climático son factores que contribuyen a que ecosistemas acuáticos desaparezcan. Foto: Archivo.
El cambio climático y la influencia del ser humano, ha causado que varios lagos, ríos y cuerpos de agua disminuyan o desaparezcan. Esto no solamente afecta al medio ambiente pero también a las comunidades que se sostienen de la pesca y agricultura. El mar de Aral en Asia Central, también conocido como el cuarto lago más grande del mundo, es uno de estos casos ya que ha sufrido los impactos ambientales desde la década de los 60.
Este es un fenómeno que se evidencia en varias partes del planeta. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), la capa de hielo de los lagos del norte de Alaska se redujo en un 22% en veinte años. Entre 1991 y 2011 este decrecimiento fue evidente como una consecuencia del cambio climático, como lo explican los científicos europeos.
Durante los años del estudio, la capa disminuyó entre 21 y 30 centímetros y el impacto más fuerte se evidenció en el 2011. Estos cambios también afectaron la disponibilidad de agua durante los meses de invierno.
Los deshielos que se producen en el ártico, según la organización Greenpeace, producirán que el mar invada hacia el interior de las costas. En España, por ejemplo, el mar podría invadir hasta 700 metros en 2100 por efectos del cambio climático. Además, el aumento de un centímetro del nivel del mar equivale a la perdida de un metro de playa, explicaron los representantes de la organización.
Además, el Informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) afirma que la temperatura media global aumentó en 0,85 grados entre 1880 y 2012, lo que contribuye a mayores sequías, olas de calor y la degradación de los hábitats alrededor del mundo.
La cuarta isla más grande del mundo, Madagascar, también ha reducido su territorio a causa de la deforestación. Antes de ser descubierta, tenía más de 300 000 kilómetros cuadrados de jungla y actualmente solo cuenta con 50 000. Según los expertos, en 35 años las especies de la isla desaparecerán, si continúa esta reducción.
El lago Chad, que por mucho tiempo fue la tercera fuente de agua potable más grande de África, perdió un 90% de su superficie en 30 años. En los años 60 cubría más de 25 000 km2 de superficie, mientras que en la actualidad llega a los 1 000 km2. Además, la parte norte se ha secado totalmente y su profundidad se redujo de siete a dos metros.
El lago ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los años ya que en ocasiones se pensaba que iba a desaparecer por completo pero volvía a aumentar su tamaño. Actualmente debido a su poca profundidad es vulnerable a las variaciones del clima que causan la evaporación de sus aguas.
El mar muerto es otro recurso natural que ha sido afectado. Su nivel de agua esta disminuyendo un metro cada año y hasta el momento ha perdido el 30% de su tamaño. Además, en algunas áreas la costa se encuentra a 600 metros de donde lo hacía hace 20 años.
La falta de agua del río Jordan es la principal causa del problema, explican representantes de la fundación Amigos de la Tierra. Israel y Jordania utilizan el agua para abastecer grandes cantidades de cultivos agrícolas y para el consumo doméstico.
El IPCC también señala que si el aumento de la temperatura alcanza el un grado Celsius, los ecosistemas se enfrentarán a un peligro inminente y los principales afectados serán los arrecifes de corales y el Ártico.
Esto ocurre con la Barrera de Arrecife de Coral de Belice ya que las concentraciones de dióxido de carbono y el aumento de la temperatura del mar han causado daños en este hábitat, que podría desaparecer en 20 años según las predicciones de los especialistas.
Según el informe, un 20% de la cantidad de agua existente en el planeta, reducirá por cada nivel que aumente la temperatura global. Además expertos señalan que el rápido crecimiento demográfico, la urbanización y la falta de planificación en la utilización de las tierras son las razones que seguirán contribuyendo a la disminución de los ecosistemas.