De acuerdo a las leyes ecuatorianas, los vehículos son propiedad privada y quienes ingresen en él para rescatar a un animal pueden afrontar sanciones. Foto: Flickr.
Durante la época de verano, las temperaturas aumentan y con ellas los riesgos para los animales de compañía. Salir en un día muy caluroso, lejos de ser un paseo, puede ser muy peligroso para las mascotas, en su mayoría perros.
Si en el exterior la temperatura es de 25 grados, dentro del carro puede subir 10 o 20 grados en apenas 10 o 20 minutos. Esto puede causar serios problemas de salud a los animales. Las mascotas pueden sufrir de golpes de calor y asfixia que pueden terminar con la vida de los canes, según Juan Cuesta, médico veterinario.
Pero estos animales no están protegidos. En Quito no se puede rescatar a una mascota de un vehículo cuando hace calor. “Es propiedad privada”, explica Andrés Tufiño, inspector de fauna urbana del Distrito Metropolitano de Quito.
La Ordenanza 048 del Distrito Metropolitano de Quito no hace referencia a esta problemática. “La ley establece que todo propietario o tenedor debe tener un animal bajo parámetros de bienestar animal”, dice Tufiño.
Este concepto establece unos principios generales en forma de recomendaciones para que los animales (mascotas, ganado, animales silvestres, entre otros) vivan en condiciones adecuadas. En estas directrices se incluye estar libres de incomodidad, dolor, lesiones, enfermedad, miedo y angustia. Dejar a un animal dentro de un vehículo cuando hace calor viola estas libertades.
Si una persona encuentra a un animal encerrado en un vehículo parqueado en una situación de sufrimiento, no puede rescatarlo. Juan Oviedo, oficial de la Policía Metropolitana de Quito, explica que el procedimiento que deben seguir los ciudadanos es llamar al ECU 911 para emitir la alerta sobre el suceso. “Luego se comunicarán con el COE Metropolitano o la Agencia Metropolitana de Control para hacer la inspección”, indica.
Los agentes intentarán localizar a los dueños del vehículo y la mascota para ponerla a salvo. Pero es posible que sea demasiado tarde. “Cualquier daño que se produzca al vehículo por intentar rescatar al animal puede ser sancionado por daño a la propiedad privada”, agrega Tufiño.
Victoria Melo, de la fundación Lucky, piensa que la legislación en este caso juega en contra del bienestar animal. “Los animales todavía son considerados como cosas”, indica. “Debería haber un mecanismo que me faculte a rescatar a un animal de un auto caliente porque el principio sería cuidar la vida en todas sus formas”, agrega.
En la organización a la que pertenece han recibido alrededor de cuatro casos de este tipo. “Rompimos los ventanales pero no nos denunciaron porque les explicamos a las familias por qué no deben dejar a las mascotas en el auto”, concluye.
En otros países, hay normas que protegen a los rescatistas. En Estados Unidos, por ejemplo, es ilegal dejar a un perro dentro de un vehículo estacionado en un día caluroso si eso pone en peligro la salud de la mascota. California, Nueva York, Arizona y New Jersey son algunos de los estados que aplican esta normativa y las multas pueden ser sumamente altas. Además pueden ser acompañadas de penas privativas de libertad –cuando son reincidentes.