Vista general del centro de congresos antes de la 50ª reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el 20 de enero de 2020. Foto: AFP
El trabajo que dedican cuidando a sus familias limita los ingresos económicos de mujeres y niñas, así como su salud, años de escolaridad y por ende posibilidades de desarrollo profesional, alertó este lunes 20 de enero de 2020 Oxfam.
Rocío Stevens, directora de campañas y comunicación en Oxfam México, dijo este lunes a EFE que el trabajo de cuidado implica quehacer doméstico como cocinar, lavar, planchar, además del cuidado directo de niñas y niños, personas enfermas, adultos mayores y trabajo comunitario.
Este trabajo, indicó, lo hacen en tres cuartas partes las mujeres, lo que crea desigualdad de género y económica entre mujeres y hombres.
En el informe ‘Tiempo para cuidado: El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad’ que se presentó en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, se dio a conocer que a nivel mundial las niñas y mujeres realizan 12 500 millones de horas de cuidados todos los días, indicó Stevens.
Este trabajo tiene un valor económico de USD 10,8 billones y, sin embargo, no siempre se remunera a pesar de que es una labor que provee bienestar social y permite que otras personas se integren a la economía formal.
Stevens añadió que el trabajo de cuidados aumenta la pobreza de tiempo, es decir que las mujeres no tienen tiempo de descanso y ocio debido a las cargas de trabajo excesivas o a dobles jornadas.
“Se ha demostrado que cuando hay pobreza de tiempo se reducen los años de escolaridad y se incrementa de manera paulatina el riesgo de embarazos no deseados, especialmente en la adolescencia”, destacó.
Añadió que a nivel global se ha observado que las mujeres cuidadoras son más vulnerables a enfermedades derivadas del exceso de trabajo y presentan con mayor frecuencia trastornos mentales como depresión y ansiedad que las personas no cuidadoras.
Destacó que en el caso de mujeres migrantes “existe una alta incidencia de enfermedades respiratorias, temas de salud mental, derivadas de problemas de espalda y musculares”, los cuales debido a su estatus migratorio no son atendidos por falta de acceso a servicios de salud.
El problema se agudiza ya que a partir de los 12 años las niñas comienzan a tener trabajo de cuidados al hacerse cargo de hermanos menores, ayudar en las labores del hogar e incluso cocinar para ellas y otras personas.
Esto, advirtió la especialista, tiene un efecto sobre los ingresos, años de escolaridad, salud, opciones y posibilidades de desarrollo profesional, tiempo de descanso y ocio que finalmente incrementa las brechas de desigualdad de género y económicas.