El evento, organizado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y la Universidad de las Artes; se desarrolló desde ayer y culminó este miércoles 31 julio de 2019 en el auditorio del Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC). Foto: EL COMERCIO
El encuentro académico de arte y discapacidad, denominado El arte de incluir, reunió a ponentes, catedráticos, organizaciones sociales y técnicos de atención diaria a personas con discapacidad.
El evento, organizado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y la Universidad de las Artes; se desarrolló desde ayer (30 de julio del 2019) y culminó este 31 julio en el auditorio del Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC), ubicado en el Malecón 2000 de Guayaquil.
Cristina Morales Saro, docente de la Universidad de las Artes; y Lila Murillo Chang, estudiante de la misma institución, participaron con la ponencia Poemas no sonoros. Durante su intervención enfatizaron que el arte y la educación cambian la percepción del mundo.
A través de un experimento social, que consistió en la transmisión de un video en el que se observaba a Murillo recitar un poema en lenguaje de señas, se consultó a los asistentes si habían comprendido el texto. La mayoría, entre angustia y curiosidad, contestó que no.
La respuesta sirvió de base a las ponentes para hacer conciencia en la necesidad de implementar el aprendizaje de lenguaje de señas desde las escuelas y solicitaron al Gobierno promover cursos para quienes deseen aprenderlo.
Mónica Ullauri, subsecretaria de Discapacidades, manifestó que el evento tuvo como objetivo capacitar a los facilitadores, para reforzar sus conocimientos. El encuentro convocó a 500 prestadores de servicios en todo el país.
Las conferencias fueron complementadas con una galería fotográfica, una exposición de pinturas y una feria de emprendimientos. Las obras de los chicos de la fundación Sin Barreras coparon el pasillo de ingreso al auditorio. Adriana Heras, directora del grupo, explicó que fueron plasmadas por jóvenes con problemas psicosociales y con discapacidad física.
La inclusión del arte comenzó hace más de dos años, como recordó Glenda Ganchozo, técnica del programa Joaquín Gallegos Lara y analista de Discapacidad del distrito El Empalme del MIES. Ella aseguró que las expresiones artísticas son una forma de integrar a las personas con discapacidades con sus familias y su comunidad.
Simultáneamente, en la parte exterior del MAAC, se desarrolló una feria de emprendimientos. Allí resaltaron las pinturas de 10 jóvenes que asisten al centro diurno Mi razón de vida.
Karen Suárez, encargada del área de Artes del centro, dijo que para la elaboración de las obras se trabaja una hora con cada uno de ellos. Primero seleccionan el boceto, luego escogen la combinación de colores y materiales. El producto final se expone en ferias de emprendimiento y se vende entre USD 10 y 25.