El ejercicio es uno de los antídotos para combatir los estragos de la menopausia

Un grupo de mujeres se ejercita en una clase de yoga, en Renacer Centro Holístico, guiadas por Johanna Sevilla. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Un grupo de mujeres se ejercita en una clase de yoga, en Renacer Centro Holístico, guiadas por Johanna Sevilla. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Un grupo de mujeres se ejercita en una clase de yoga, en Renacer Centro Holístico, guiadas por Johanna Sevilla. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO

Las situaciones importantes que suceden en la vida se celebran y por eso la menopausia tiene apartado un día especial en el calendario. El próximo 18 de octubre millones de mujeres gritarán ‘¡Salud!’. Y es que la menopausia, un término que provoca miedo en algunas mujeres, no es una enfermedad, sino una oportunidad para disfrutar de otra etapa, en la que se requiere de mimos, paciencia y cuidados.

Aquel término, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una etapa de transición en la vida de la mujer donde se produce el cese permanente de la menstruación.

A escala mundial -en un promedio estimado- llega a los 50 años, según Santiago Córdova, jefe del área del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Metropolitano de Quito.

En Ecuador, varios estudios demuestran que la media es de 49 años. Antes, se produce el climaterio. Ese término agrupa a los siguientes síntomas: mareos, cambio en la figura (aumento de peso), cambios emocionales, depresión, dolor durante el coito, sequedad vaginal, ciclos menstruales irregulares, bochorno –sudores, vértigos, dolores de cabeza, palpitaciones-, osteoporosis...

Entre un 10 y 15% de mujeres no registra señales, mientras que del 75 al 80% tiene síntomas que van desde moderados hasta severos. Esos síntomas, aclara el especialista, tienden a aumentar después del cese de la menstruación.

Durante la menopausia, los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos y el cuerpo produce menos hormonas estrógeno y progesterona. Los niveles bajos de estas hormonas, precisamente, causan los síntomas de menopausia. Los estrógenos tienen gran influencia en la vida de las damas, pues son las hormonas que dan las características sexuales femeninas: desarrollo de mamas, ciclo menstrual…

De todos esos síntomas, la osteoporosis es el que más preocupa a las mujeres, ya que con el tiempo se pueden producir lesiones a nivel de la cadera, columna, manos…

Para evitar que aquello suceda, Córdova recomienda a sus pacientes incluir en su vida 45 minutos de actividad física diaria, de lunes a viernes: “No hay pretextos para no hacerlo”.

Una de las opciones puede ser caminar en el parque o sobre una máquina. También está permitida la práctica del ciclismo, pilates, natación, yoga…

Esa última disciplina, según la profesora Johanna Sevilla, de Renacer Centro Holístico, contribuye a la construcción de masa ósea y a la conservación de huesos sanos y fuertes. “Toda actividad física ayuda a conservar la masa muscular y los huesos”, añadió Córdova.

Además de la práctica deportiva, el médico recomienda consumir suplementos de calcio y vitamina D. Asimismo, contar con una dieta balanceada que incluya proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. El consumo debe ser equilibrado para evitar la obesidad, pues en esa etapa natural de la mujer (como lo son también la adolescencia o la edad reproductiva), se tiende al aumento de peso.

La proteína está presente en la carne roja, pescado, leche, huevos, soya, chocho…

Para sobrellevar los efectos de la menopausia a nivel de la sexualidad, el especialista receta hormonas naturales o un tratamiento hormonal químico. Todo dependerá de los síntomas que presente.

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